Cardenal de Bangkok: En el Jubileo redescubramos la confesión y las obras de misericordia espirituales
Bangkok (AsiaNews)- El Jubileo inaugurado por la Papa Francisco “sea una llamada para todos los fieles a volver a la confesión, necesaria para la indulgencia y a la práctica de las obras de misericordia. Todos nosotros somos conscientes de la importancia de las materiales, mientras que comprendemos menos las espirituales. Sin embargo son estas últimas de las cuales tenemos más necesidad”. Lo escribe el arzobispo, card. Francis Xavier Kriengsak Kovithavanij, en la carta pastoral enviada a los fieles de la capital tailandesa en ocasión del Año Santo.
Como cada diócesis del mundo, también Bangkok abrirá su Puerta Santa el próximo 13 de diciembre: “Se trata de un don especial del Papa. En la tradición católica, de hecho, son siete las catedrales del mundo con una Puerta Santa: cuatro son las basílicas papales de Roma; luego la del santuario de san Juan María Vianney, patrono de los sacerdotes, la de Santiago de Compostela y la de Quebec. Pero la posibilidad de atravesar la Puerta en cada diócesis es característica de este Año Santo”.
Para obtener la indulgencia, recuerda el prelado, “es necesario acercarse al sacramento al sacramento de la reconciliación. En nombre de la Conferencia episcopal tailandesa y de mis hermanos obispos, quisiera invitar a cada católico a confesarse al menos una vez durante este Jubileo. Del mismo modo, os invito de corazón a practicar las obras de misericordia al cual este año está dedicado”.
Todos nosotros, concluye el cardenal Kovithavanij, “somos bien conscientes de la importancia de aquellas materiales. Dar de comer a los hambrientos, beber a los sedientos, consolar a los encarcelados… Cristo nos pidió reconocer su Cuerpo en todos aquellos que sufren. Aún si bien no lo comprendemos con facilidad, también las obras de misericordia espirituales son fundamentales para nosotros. Llevar a Jesús a quien no lo conoce, instruir a los ignorantes, aconsejar a los que tienen dudas son actos importantísimos. Debemos practicar con nuestra vida estas indicaciones, como verdaderos discípulos del Señor”.