Cardenal Zen. Listo a ir a la cárcel por la democracia en Hong Kong

Interviniendo en el Simposio internacional 2014 de AsiaNews, el obispo emérito del Territorio cuenta como Beijing haya siempre prohibido una visita del Papa: "A Juan Pablo II no se concedió ni siquiera el ingreso al territorio para la conclusión del Sínodo de Asia" en conclusión, el prelado anuncia: "Espero de tener tiempo para consignarme junto a los otros democráticos por haber ocupado espacio público. Rezaré por todos ustedes.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- Una vez vuelto a Hong Kong "espero llegar a tiempo para ir, junto a todos los otros involucrados, a entregarme a la policía por haber cometido desobediencia civil y haber ocupado por un día y una noche un espacio público. Espero que me pongan adentro por algunos días, así tendré tiempo de rezar por ustedes". Es la conclusión de la intervención pronunciado por al cardenal Joseph Zen Ze-kiun, obispo emérito de Hong Kong, en el Simposio internacional 2024 de AsiaNews que lleva por título: "La misión en Asia: de Juan Pablo II al Papa Francisco".

El cardenal, que trabaja siempre para hacer de la Iglesia de Hong Kong una Iglesia puente" hacia China continental, centralizó su propio discurso no sólo sobre las limitaciones impuestas por Beijing a las relaciones con el Vaticano, sino también y sobre todo sobre el por qué el Dragón de Asia tenga tanto miedo a la libertad religiosa.

"No oso hablar en nombre de toda Asia- dijo el purpurado- pero estoy convencido que la vía de la misión en China es el hombre: el hombre en la sociedad. La sociedad de hombres, de personas creadas a imagen de Dios". Justamente por esto, también analizando el gran rol que la Iglesia católica tuvo en la caída de los regímenes comunistas en el Este europeo, Beijing tiene miedo de la libertad religiosa. "El ateísmo humanista- explicó el card. Zen- opone Dios al hombre y el hombre a Dios- O hay Dios, y entonces el hombre Lo adora o sin no echamos a Dios".

Después de un recorrido histórico y algunas anécdotas personales- como San Juan Pablo II le decía y pedía. "¡Quiero ir a China! ¡Quiero ir a China!- el prelado explica también la batalla actual por la libertad en curso en su diócesis: "Estoy orgulloso de poder afirmar que, también gracias a la competente Comisión Justicia y Paz, la Iglesia de Hong Kong está acompañando.