Cardenal Sako: Las elecciones anticipadas son la única vía para resolver la crisis iraquí
El purpurado se encuentra en Roma para asistir a la reunión de los cardenales con el Papa, y ha seguido la violencia de los últimos días con "profunda preocupación". Durante la audiencia de hoy, el pontífice también hizo un llamamiento al "diálogo y la fraternidad" por el país y su gente. El presidente Saleh pide volver a las urnas.
Roma (AsiaNews) - La única manera de salir de una situación de estancamiento político y parálisis institucional es devolver la palabra al pueblo y "convocar a nuevas elecciones", como ha subrayado en estas horas el propio presidente iraquí. Contactado por AsiaNews al término de los dos días de encuentros y trabajo con el Papa Francisco, con la participación en la primera misa de sus nuevos hermanos cardenales celebrada ayer, el Patriarca de Bagdad Card. Louis Raphael Sako, no ocultó su "profunda preocupación" por la violencia que ensangrienta a Irak.
Esta mañana, el Pontífice también se refirió al país árabe durante la audiencia de los miércoles. Dijo que seguía "con preocupación los acontecimientos violentos ocurridos en Bagdad en los últimos días: pedimos a Dios que conceda la paz al pueblo iraquí". "El año pasado -continuó el Papa, recordando su viaje apostólico de marzo de 2021- tuve la alegría de visitar Bagdad y sentí de primera mano el gran deseo de normalidad y convivencia pacífica entre las diferentes comunidades religiosas que la componen. El diálogo y la fraternidad", concluyó, "son la principal vía para afrontar las dificultades actuales y alcanzar este objetivo".
El balance de los enfrentamientos entre los partidarios del líder chií Moqtada al-Sadr y las Fuerzas de Seguridad (respaldadas por movimientos pro-iraníes) es de al menos 30 muertos y casi 800 heridos. Durante horas se temió que la situación pudiera degenerar en una guerra civil total. Esto pudo evitarse gracias a un llamamiento del propio al-Sadr, quien pidió a los manifestantes que se retiraran para evitar un mayor "derramamiento de sangre iraquí".
Los manifestantes y partidarios del líder chiíta, una figura que ha ganado cada vez más poder y seguidores en los últimos años, clamaron por la disolución del Parlamento y la celebración de nuevas elecciones. Pocas horas después, intervino el presidente iraquí Barham Saleh, quien ve en las urnas la única forma de resolver la crisis que paraliza a la nación desde hace casi un año. "La convocatoria de nuevas elecciones anticipadas en conformidad con el consenso nacional", subrayó el jefe de Estado, "es una forma de salir de la crisis" y es un factor de "estabilidad política y social" que responde a las "aspiraciones del pueblo iraquí". El primer ministro interino iraquí, el suní Mustafa al-Kadhimi, quiso agradecer a al-Sadr su llamamiento a la calma y la moderación.
Al comentar la violencia, el Patriarca Sako confirmó que "la gente tenía mucho miedo", especialmente de una nueva deriva fuera de control. "El líder chiíta hizo bien en condenar la violencia y pedir a su pueblo que abandonara la Zona Verde [de Bagdad]”, agregó el cardenal. “Todos debemos hacer sacrificios y renuncias por Irak y su pueblo; todos juntos debemos encontrar una solución pacífica para el país".
Para el primado caldeo, el calibre de los enfrentamientos fue una"sorpresa" para el propio al-Sadr. No hay que descartar la presencia de "infiltrados en las manifestaciones" que pueden haber provocado choques para desembocar en la violencia. Además, el líder chiíta "siempre ha hablado de manifestaciones pacíficas" y ante la escalada ha pedido un paso atrás. Y por ello", subraya el patriarca Sako, "le doy las gracias, porque ha hecho una declaración y un gesto valiente". También nosotros, como Iglesia, estamos a favor del diálogo, de la paz y del progreso, que son la única forma de salir de la crisis, porque la alternativa, terrible, es la guerra civil". "He escuchado la declaración del Presidente Saleh", dijo el card. Sako - y estoy de acuerdo con él: el único camino es el voto".