Cardenal Advíncula: en medio de las crisis políticas y sociales, oremos por Filipinas
Uno de los motivos de particular preocupación son los problemas en el sur, así como el juicio contra el ex presidente Duterte. Nuestro país, dice, "se encuentra en un momento de crisis, conflicto y confusión". Pide que a partir de este fin de semana se rece en las misas una invocación especial a Dios. El arzobispo de Davao también invitó a orar.
Manila (AsiaNews) - El cardenal José F. Advíncula, arzobispo de Manila envió en estos días a los fieles de la capital (y del archipiélago filipino) una carta pastoral en la que propone una "Oratio imperata" por el futuro y el bienestar del país y su pueblo, en un momento histórico caracterizado por las situaciones críticas y graves preocupaciones. La decisión refleja la grave situación que se está viviendo como consecuencia de los desastres naturales, las epidemias y las crisis políticas y sociales, a lo que se suman las tensiones políticas - derivadas del juicio en la Corte Internacional contra el ex presidente Rodrigo Duterte y los enfrentamientos en el sur, con el aplazamiento de las elecciones en la región de Bangsamoro - para las que el purpurado pide la intervención y la protección divina.
"Hemos asistido a eventos y discursos emocionalmente intensos en todo el espectro político nacional", dice el cardenal Advincula. "Hemos escuchado opiniones y puntos de vista diferentes en distintas plataformas. Nuestro país se encuentra en un momento de crisis, conflicto y confusión". Por eso exhorta a los fieles, y a toda la comunidad, a "dejar de lado las diferencias y pensar y trabajar por el bien común. En este momento crucial de la historia de nuestra nación, nuestra fe - observa - nos invita a trascender nuestras diferencias y a abrirnos a una continua conversión hacia la verdad, la justicia y la paz, es decir, los valores del Reino de Dios, al que toda persona aspira".
El arzobispo de Manila pide que en las parroquias y comunidades se recite todos los días, en todas las misas, la Oratio Imperata por la nación después de la comunión, a partir del tercer domingo de Cuaresma, este fin de semana. "Imploramos la ayuda de Dios Todopoderoso como pueblo filipino - observa el cardenal - para que el amor por nuestro país triunfe sobre todas las lealtades políticas y los intereses personales y aprendamos a vernos unos a otros, no como aliados o enemigos, sino como somos realmente, todos hermanos y hermanas". Al finalizar, el cardenal Advincula invita a confiar en la oración, que es "el acto más fundamental para nuestro deseo de paz, justicia y unidad".
Las circunstancias críticas que atraviesa el país, sobre todo con el caso Duterte, también son el centro de otro mensaje que envió a los fieles el 17 de marzo monseñor Rómulo G. Valles, arzobispo de Davao, en el que pide que trabajen por la justicia y una paz duradera. "El arresto del ex presidente y su posterior traslado a La Haya a la espera del juicio han dividido profundamente a nuestra nación". Duterte fue arrestado en Manila el 11 de marzo por su controvertida "guerra contra las drogas", en la que mataron a más de 6.000 personas, aunque los activistas de derechos humanos calculan que el número de muertos supera los 30.000. El 12 de marzo se abrió la audiencia en la Corte Penal Internacional (CPI), en Holanda, por (presuntos) crímenes contra la humanidad.
Duterte, de 79 años, gobernó el país entre 2016 y 2022 y es el primer ex líder asiático que comparece ante los jueces. Anteriormente, se desempeñó tres veces como alcalde de su provincia natal, Davao, donde es muy popular. El proceso en su contra, escribe monseñor Valles, ha puesto "a dura prueba las relaciones y ahora desafía nuestra unidad como pueblo". Como consecuencia, el país ha experimentado "incertidumbre y discordia" aunque "la Iglesia católica se mantiene firme como faro de fe, esperanza y caridad". "Unidos como un solo pueblo, reconocemos el dolor y la frustración que se experimenta en toda la tierra, incluyendo el sufrimiento - continúa - de aquellos que se consideran víctimas de injusticias en el pasado". "Afirmando la importancia de la responsabilidad, extendemos también nuestro apoyo pastoral y nuestras oraciones al ex presidente y su familia, porque él es un hijo de esta Iglesia local". Por último, el prelado invita a todos a promover "la equidad, la dignidad y la integridad".
