Card. Tong: La nueva ley de seguridad no afectará la libertad religiosa

de Paul Wang

Primeras declaraciones oficiales de un líder de la Iglesia católica, sobre la ley de seguridad: se admite la necesidad de la norma, pero se recuerda que la libertad religiosa y de expresión están respaldadas por la Basic Law y deben ser respetadas. Para el purpurado, la relación con el Vaticano no puede ser considerada como una “colusión con fuerzas extranjeras”. El Card. Zen está “preocupado” por la influencia de Beijing.

Hong Kong (AsiaNews) – La nueva ley de seguridad, que Beijing pretende imponer en Hong Kong, no perjudicará la libertad religiosa en el territorio, y tampoco el derecho de la Iglesia a pronunciarse sobre los problemas sociales de la población. Es lo que cree, a título personal, el Card. John Tong Hong, ex obispo de Hong Kong y actual administrador apostólico de esa misma diócesis.

En una entrevista que será publicada próximamente en Gong Jiao Bao, el semanario chino de la diócesis, el purpurado afirma que comprende la necesidad de una ley de seguridad, prevista por la Basic Law (la Constitución de Hong Kong). Añade, por otro lado, que la Basic Law garantiza la libertad religiosa y el derecho de las Iglesias a comentar las cuestiones sociales. En vista de ello, la nueva ley no debería atender estos aspectos.

Al mismo tiempo, el Card. Tong invitó a Beijing y al gobierno local a afrontar y responder a las preocupaciones de la población.

Las palabras del purpurado son las primeras declaraciones oficiales que brinda una personalidad católica. Y aparentemente están en disonancia con las declaraciones efectuadas por miembros de la Comisión Justicia y Paz, que reclamaron a Beijing la actuación de una plena democracia en el territorio, antes de la ley.

Hace algunos días, un grupo de católicos laico difundió una declaración expresando temores por la posibilidad de que la libertad religiosa de la comunidad católica de Hong Kong se vea limitada. Además, sugirió que las relaciones con el Vaticano podrían ser consideradas como una “colusión con fuerzas extranjeras”, que la nueva ley condena.

El Card. Tong explicó que “la Iglesia católica de Hong Kong siempre ha tenido un vínculo directo con el Vaticano, y dicha relación ha de ser considerada como ua cuestión interna [de la Iglesia]... y no como una “colusión con fuerzas extranjeras”.

En las últimas semanas, muchas personalidades internacionales y locales se expresaron contra la ley, ya que haría perecer el principio “Un país, dos sistemas”, sobre el cual se basa la vida social de Hong Kong. El ex primer juez del territorio también comentó su preocupación ante la pérdida de independencia de la magistratura.

La posición del Card. Tong también difiere de aquella asumida por el Card. Joseph Zen, el obispo emérito de Hong Kong. En algunas entrevistas con medios internacionales, él afirmó que “estaba preocupado” por la nueva ley, ya que coloca en manos de Beijing la interpretación misma de la norma, y le permite intervenir en la gestión de la justicia en el territorio.

Un sacerdote, que prefirió mantenerse en el anonimato, comentó que “la posición del Card. Tong es comprensible: la ley de seguridad está prevista por la Basic Law y por tanto, no pueden oponerse a ella. Sin embargo, también es cierto que la Basic Law garantiza los derechos religiosos y la libertad de expresión, que Beijing estaría obligada a respetar”.