Card. Sako: la inercia de los políticos frente a los jóvenes y su ‘grito’

El patriarcado caldeo promueve una oración ecuménica por la “paz, seguridad y estabilidad”. La cercanía de la Iglesia a los jóvenes “en las calles”, que buscan “revindicar sus derechos”. Los manifestantes han superado las divisiones confesionales y han recuperado la identidad nacional. Hay más víctimas entre los manifestantes, tanto en Bagdad como en el sur del país.

Bagdad (AsiaNews) - La corrupción y las divisiones sectarias “constituyen la principal causa” del “deterioro” de la situación actual en Irak, son “fuente de división” y de “conflictos absurdos”. Es lo que subrayó el patriarca caldeo, Card. Louis Raphael Sako, durante la oración ecuménica para pedir “paz, seguridad y estabilidad”, que se realizó en la tarde de ayer en Bagdad, en un contexto de creciente violencia vinculada a las manifestaciones contra el gobierno. “Lo peor - agregó el purpurado - es que todos hablan de este fenómeno, empezando por los funcionarios del gobierno, pero nadie se atreve a erradicar este “cáncer”.

La función tuvo lugar en la catedral de San José, y fue su tema: “Oh, Señor de la paz, da paz a Irak”. Se hizo un minuto de silencio en memoria de las víctimas inocentes entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad, con la esperanza de una pronta recuperación de los heridos. Siguió a ello la lectura de los salmos, las Bienaventuranzas del evangelio de San Mateo y cantos religiosos. Estuvieron presentes los obispos auxiliares, Mons. Warduni y Mons. Yaldo, junto a religiosas, sacerdotes y numerosos fieles; durante la oración, cada uno de los participantes llevó una vela y la bandera de Irak.

“Estos jóvenes - subrayó el primado caldeo - se han volcado a las calles para reivindicar sus derechos, porque se han visto conducidos a un ‘callejón sin salida’, y han manifestado su dolor”. En el país, se registran carencias -ya crónicas - “en los servicios, en la electricidad y en el suministro de agua” y lo mismo vale “para la salud y las instituciones educativas, para las calles y rutas y para el empleo”.

El purpurado subrayó que los manifestantes han sabido “superar las divisiones confesionales” y “recuperar su identidad nacional”, un elemento que “de por sí, es un logro enorme” porque “no hay nada más grande que Irak”. Esto es “lo que hemos visto durante la visita a la plaza Tahrir el 2 de noviembre pasado, donde “Irak era la única preocupación de todos los ciudadanos”.

Por último, el Card. Sako se dirigió a la clase dirigente, pidiendo que “escuche ‘el grito’ de protesta de los hijos e hijas” de la nación “de una manera más constructiva y con un espíritu de responsabilidad”. Dedicó un “tributo especial” al referirse “a nuestras fuerzas de seguridad”, recordándoles “abrazar la marcha popular” para encaminarse a “un mañana más estable y próspero”.

A pesar de los insistentes llamamientos del patriarca, la crónica de las últimas horas informa nuevos episodios de violencia y más víctimas. Anoche, en Shatra, en el sur de Irak, la policía abrió fuego sobre los manifestantes, matando a cuando menos dos personas que recibieron disparos en la cabeza. Las muertes de ayer se suman a otros seis manifestantes fallecidos en la jornada en Bagdad, que fueron blanco de los disparos de agentes de seguridad.

Las víctimas y la violencia también preocupan a las Naciones Unidas. La enviada especial de la ONU en Irak, Jeanine Hennis-Plasschaert dice estar “horrorizada por el continuo derramamiento de sangre en Irak”. “La violencia solo engendra violencia, los manifestantes pacíficos tienen que ser protegidos” - agregó. “Ha llegado el momento de entablar un diálogo nacional”.