Card. Onaiyekan: La Eucaristía, verdadero motor de cambio del mundo
El arzobispo de Abuja está entre los disertantes del Congreso Eucarístico Internacional de Cebú (Filipinas). Subraya ante AsiaNews la necesidad de “obtener frutos verdaderos de estos encuentros. Algunos de nosotros provenimos de la pobreza y la miseria, otros de la riqueza y el bienestar: ¿cuándo volvemos a casa, algo cambia?”. El sentido de la celebración eucarística ha de “ser cada vez más global, incluso en la Iglesia misma. Cristo ha derramado Su sangre por todo el mundo, y no solamente por los católicos”.
Abuja (AsiaNews) – La Eucaristía “es el verdadero motor del cambio cristiano. Hablo de un cambio por completo, del pensamiento y de la actitud. Por otra parte, antes de multiplicar los panes y los peces, Cristo mismo alienta a sus discípulos, que le piden dispersar a la multitud: ‘Dadles de comer vosotros mismos’. Esta es una seria lección acerca de la necesidad de compartir: el hecho de compartir no es tanto una cuestión de limosna, de algo que se hace porque uno es bueno, sino un deber que todos nosotros tenemos como cristianos para con todo el mundo”. Es la reflexión que el Card. John Olorunfemi Onaiyekan comparte con AsiaNews antes de su intervención en el Congreso Eucarístico Internacional que se está desarrollando en Cebú.
El prelado, arzobispo de Abuja, es uno de los principales disertantes del encuentro. Su intervención se titula: “Eucaristía: diálogo con el pobre y con el sufriente”. El texto, explica el cardenal, “se concentra en la catequesis. No es un texto académico, es muy simple y directo. Quiero hablar del sentido de la Eucaristía y de cómo aplicarla a los pobres y a quienes sufren. Hay muchas implicaciones pastorales en relación a los pobres en la Eucaristía, como ‘don de Dios, dado a nosotros gratuitamente, para hacernos crecer y compartir con los demás’. Me refiero tanto a la Sagrada Escritura como al Evangelio de la vida de Jesús.
Para saciar a la gente que estaba hambrienta, explica el Card. Onaiyekan, “Cristo aplica la misericordia con quien tenía necesidad. Pero también es importante subrayar que Jesús no se muestra satisfecho por la actitud de los apóstoles, que piden dispersar a la multitud para que ‘vayan a buscar qué comer’. Es más, los alienta a hacer más que eso, y a no contentarse con la respuesta más obvia. De allí viene una seria lección sobre la necesidad de compartir: compartir no es sólo cuestión de limosna, de algo que se da porque uno es bueno, sino un deber que todos nosotros tenemos como cristianos. Un deber para con todo el mundo”.
Es también relevante la lección contenida en la Tercera carta de San Pablo a los Corintios, cuando dice ‘celebremos juntos la fracción del pan’: “la referencia es claramente a la partición del pan de la Eucaristía. Una referencia que es útil hoy, más que nunca, y que nos remite al escándalo de la inequidad: ya San Pablo decía que, mientras que algunos estaban hambrientos, otros habían comido de más. ¿Y no lo vemos también nosotros? Tenemos que tratar de retomar este sermón, incluso en el ámbito eclesial, y cambiar la actitud de los cristianos y de la Iglesia misma en un mundo que es tan injusto y desigual”.
El sentido de este gran encuentro en Cebú, según el arzobispo nigeriano, está en el banquete eucarístico: “Venimos a las Filipinas de casi todos los países del mundo, para celebrar juntos la Eucaristía. Pero cuando termina el encuentro ¿qué sucede? ¿Cada uno vuelve a casa, algunos a la pobreza y a la miseria, y otros al bienestar? ¿O bien salimos con convicciones claras respecto a qué debemos hacer para mejorar la vida social del género humano? El Cuerpo de Cristo no es solamente para quien recibe la comunión, sino para todo el mundo. Incluso para los no católicos, para quien no va a la iglesia… Cada vez que celebramos, lo hacemos para todo el mundo. Jesús murió por nosotros y por todos”.
El Congreso es internacional, pero, dada la logística, prevé una gran participación asiática: “No espero una multitud de África, pero estoy contento de que, de las grandes ciudades europeas, nos hayamos trasladado a las Filipinas para esta habitual cita, siendo que es el único país asiático de mayoría católica. También, por esta razón, podemos decir que se merece hospedar un Congreso Eucarístico. Como arzobispo de Abuja puedo decir que si hoy vamos a Cebú, ¡la próxima vez podéis venir donde nosotros!”.
23/01/2016 13:09
18/01/2016 15:40