Card. Gracias: Para combatir los abusos, los obispos deben trabajar juntos y con los laicos

El arzobispo de Bombay, que ayer fue acusado por la BBC de tratar con superficialidad algunos casos de abusos, sugiere a los obispos operar de un modo colegiado y sinodal. Ningún obispo puede decir: Este abuso no me compete. Favorecer la “corrección fraterna”, la “comunicación inter-cultural”, la “velocidad para el intercambio de informaciones”, para “elaborar pareceres y entablar discusiones”. Lo que la Iglesia está atravesando resulta de utilidad para el mundo. Unidos, afrontar la persecución.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – Para afrontar el problema de los abusos sexuales que han provocado dolor en las víctimas y una crisis en la Iglesia, es importante seguir “el camino de la colegialidad y de la sinodalidad”, colaborando entre los obispos y con los laicos. Es lo que afirmó hoy el Card. Gracias, arzobispo de Bombay, en la mañana del segundo día del encuentro sobre la “Protección de los menores en la Iglesia” que se está desarrollando en el Vaticano. En la jornada de ayer –que contó con ponencias del Card. Tagle y de Mons. Scicluba- se subrayó la “transparencia”, la escucha de las víctimas, la comunicación; hoy, las ponencias estarán dedicadas a la cuestión de la “accountability” (el deber de rendir cuentas). En su exposición, el Card. Gracias – que ayer fue injustamente acusado por la BBC de haber tratado con superficialidad un caso de abusos – arrojó una luz, ante todo, sobre la necesidad de que todas las decisiones referidas a casos de abusos involucren a “laicos, hombres y mujeres”, quitándolos de “un rol insignificante”. Al mismo tiempo, él subrayó que los obispos deben comunicar entre ellos los hechos, el modo de afrontarlos, las responsabilidades, aunque los casos no ocurran en sus diócesis específicas: “El punto es claro. Ningún obispo puede decirse para sí mismo: “Este problema de abuso en la Iglesia no me compete, porque las cosas son distintas en la parte del mundo que me toca a mí”. Cada uno de nosotros es responsable por la Iglesia entera. Compartamos la accountability (el deber de rendir cuentas) y la responsabilidad. Nuestra preocupación debe expandirse e ir más allá de la Iglesia local para abrazar a todas las iglesias, con las que estamos en comunión”.

Al expresar esta colegialidad deviene importante la “corrección fraterna”, la “comunicación inter-cultural”, la “velocidad para el intercambio de información”, para “elaborar pareceres y entablar discusiones”.

El Card. Gracias ha mostrado que la colegialidad ayuda a tener el coraje de colaborar con las autoridades civiles, según las leyes locales: “Si bien la Iglesia no es un agente del Estado, sin embargo, reconoce la autoridad legítima de la ley civil y del Estado. Por lo tanto, la Iglesia colabora con las autoridades civiles en tales contextos, para obtener justicia para los sobrevivientes y en el orden civil”.

La colegialidad es aún más importante cuando “hay relaciones antagónicas entre la Iglesia y el Estado, o de manera todavía más dramática, cuando el Estado persigue o está dispuesto a perseguir a la Iglesia. Este tipo de circunstancias subraya la importancia de la colegialidad. Ya que la Iglesia solamente puede navegar en las aguas turbulentas del conflicto con el Estado, si está asentada en una red de relaciones fuertes entre obispos y las Iglesias locales que trabajan juntas”.

Por último, al recordar que el abuso “es una realidad omnipresente y dolorosa, que se encuentra en cada ámbito de la existencia”, el purpurado sugirió que “a partir de este momento particularmente difícil en la vida de la Iglesia, en un contexto colegial, podamos conseguir y desarrollar recursos de gran utilidad para un mundo más vasto”, ofreciendo nuestro servicio y experiencia “a una gran urgencia [que vive] en mundo”.