Card. D’Rozario: Curar a los enfermos y perdonar los pecados del hombre
En Calcuta se realizaron las celebraciones de la Jornada mundial del Enfermo. El arzobispo de Daca, legado pontificio del Papa, recuerda el ejemplo de Madre Teresa, “rostro viviente de la Misericordia de Dios”. El servicio hacia los moribundos “convierte los corazones” de quien se mete a su disposición en manera generosa.
Calcuta (AsiaNews)- Curar a los enfermos para aliviar los sufrimientos de la entera humanidad; sufrimientos que no son sólo físicos, sino también espirituales. Por esto, el ejemplo que hay que seguir es el de Jesús, “que cura la enfermedad a través de la curación física, que es el modo terreno para perdonar los sufrimientos del hombre”. Y como Jesús, que “toma sobre sí los pecados del mundo”, también nosotros “debemos perdonar el pecado de cada sufrimiento, pero debemos ser una sola cosa con el sufrimiento que nos redime en Cristo”. Es la invitación lanzada en Calcuta por el Card. Patrick D’Rozario, arzobispo de Daca (Bangladés), en ocasión de las celebraciones por la Jornada mundial del Enfermo, el 11 de febrero pasado. Él participó como legado pontificio y presidió la misa conclusiva en la basílica del Santo Rosario en Bandel.
El cardenal recuerda que la Jornada del Enfermo fue instituida en 1992 por Juan Pablo II. Este año las celebraciones se desarrollaron bajo el signo de Madre Teresa, porque es “en Calcuta que la santa hizo vívidas la caridad y la misericordia hacia los enfermos”. El ejemplo de la Madre de los pobres entre los pobres “es una clara llamada a toda la Iglesia y a las naciones a estar más atentas al Evangelio y a la cultura de la misericordia, compasión, generosidad y curación ya sea física como espiritual de la vida del enfermo”.
Un cuerpo sano, declara el purpurado bengalí, es “ aquel en el cual físico, mente y espíritu están en comunión entre ellos”. La enfermedad representa una realidad innegable de la vida cotidiana. “Pero, si la enfermedad es una realidad de nuestro tiempo- dice- ella es también parte de la historia de la salvación, salvación en progreso, como Jesús mismo nos ha mostrado”.
Según el Card. D´Rozario, la “meta final de nuestro ministerio para enfermos y sufrientes es estar en comunión con ellos”. Sólo participando siempre más en sus dolores, subraya, “podemos reconocer la belleza de sus sufrimientos, porque ellos están en comunión con otros que sufren”.
Paso a paso que se procede en la curación del enfermo, sucede la conversión del corazón: “Nos damos cuenta que recibimos de sus sufrimientos mucho más respecto a lo que damos. No debemos estar orgullosos de nuestro ministerio por ellos, sino más bien de sus capacidades se soportar el sufrimiento”. En esto, dice en conclusión, el ejemplo que hay que seguir es siempre Madre Teresa, “modelo de generosidad y caridad, rostro viviente de la misericordia de Dios”.
11/02/2019 12:41