Card. Bo: Para superar el conflicto en Myanmar, no hay otra vía que el diálogo
El reclamo del purpurado llega en la vigilia de la cuarta sesión de la “Conferencia de Panglong del siglo XXI”. En 1947, la primera conferencia de Panglong sentó las bases para el nacimiento del país. La paz entre las diferentes etnias, para derrotar la pandemia, “un enemigo en común, más grande”. Democracia y federalismo, para unir a la población.
Rangún (AsiaNews) – “No hay otra vía que el diálogo”. Todos hemos sido perjudicados por la guerra. Nadie gana con ella. El único camino es la paz”. Es el mensaje del arzobispo de Rangún, el Card. Charles Maung Bo, en vista de la cuarta sesión de la “Conferencia de Panglong del siglo XXI”, que tendrá lugar el 15 de agosto. En las negociaciones de paz, cuyo objetivo es poner fin a décadas de conflictos inter-étnicos en el país, participan el Ejecutivo, guiado por Aung San Suu Kyi, el ejército nacional (Tatmadaw) y los líderes de las distintas milicias étnicas.
En 1947, la primera conferencia de Panglong sentó las bases para el nacimiento de Myanmar (Birmania). El acuerdo entre los cuatro grupos étnicos principales (Bamar, Chin, Kachin y Shan) fue negociado por el general Aung San, padre de Suu Kyi, que en aquella época era el jefe de gobierno de la colonia británica.
Actualmente, las negociaciones se ven debilitadas por la ausencia de varios grupos étnicos. Los rebeldes del Kachin Independence Army y del TNLA Ta’ang no participrán en el encuentro, en señal de protesta por la exclusión del Arakan Army.
En su discurso, el card. Bo eleva una oración para pedir por el éxito de la conferencia. Además, subraya que el general Aung San, y todos los que soñaron con una nueva nación unida, que había quedado en ruinas luego de la invasión japonesa y del colonialismo, lucharon para “dar vida a las diferencias entre nosotros, y así formar un pueblo orgulloso y unido”.
El purpurado recuerda que el brutal asesinato de Aung San a los 73 años, marcó el inicio de décadas de divisiones, conflictos y oscuridad para el pueblo de Myanmar.
Para el card. Bo, los protagonistas de las negociaciones pueden invertir el curso de esta historia de muerte y sufrimiento. Con más razón en este momento, cuando el país debe lidiar con la pandemia de coronavirus. Además, destaca que papa Francisco ha pedido encarecidamente que se suspendan todos los conflictos, a fin de derrotar a un enemigo común y más grande: “A través de la unidad – dice Bo – reconstruiremos nuestra nación luego del desastre socio-económico, ambiental y sanitario de la pandemia”.
Para el purpurado, el único camino a recorrer es el de la democracia, construyendo un verdadero Estado federal, con un gobierno representativo, que vele por todos sus ciudadanos. Por otro lado, el cardenal advierte que las soluciones militares son contraproducentes y que hay que abandonar esa opción. Y en vez de ello, llama a ser civilizados y a promover la cooperación y la sagacidad: “Se precisa un ejército que sea inclusivo y que contemple a todos los grupos étnicos, sin discriminar a ninguno. Gradualmente, éste debe pasar a funcionar bajo la autoridad de un presidente electo democráticamente”.
Según el arzobispo de Rangún, Myanmar podrá reivindicar su lugar en Asia y en el mundo si demuestra respeto por su propio pueblo, brindando redes de seguridad que incluyan a los más pobres: “La paz es posible. Paz significa desarrollo. La paz es nuestro destino”.
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