Card Sako: más allá de lo social, en Pascua hay que estudiar los textos para renovar la fe y ser testigos

Para la Semana Santa el primado caldeo invita a profundizar las lecturas, para entender mejor los acontecimientos. Es necesario luchar contra la pobreza intelectual y el declino espiritual. Desde la Iglesia el ejemplo para ser humildes y saber pedir perdón. En una sociedad musulmana encontrar respuestas a la pregunta: ¿Cómo testimoniar a Cristo?

Bagdad (AsiaNews) - Mi invitación para la Semana Santa es “leer los textos de la pasión de Jesús y de la resurrección”, para entender los acontecimientos, también actuales, en un modo “mejor y profundo”. Es cuánto escribe el primado caldeo, el Card. Louis Raphael Sako, en un mensaje dirigido a los sacerdotes y fieles de la comunidad caldea en Irak y en el mundo, en ocasión de la Pascua. En la misiva, enviada para conocimiento a AsiaNews, el purpurado invita a “renovar nuestra confianza en Cristo, nuestra esperanza, nuestra comunión y nuestra unidad” para que se pueda decir a todos en voz alta: “Resucitó, Aleluia”.

En esta semana de ayuno, reflexión y oración el Card. Sako recuerda la lucha en acto como la “pobreza” intelectual y el “declino espiritual” presente “en muchas instituciones”, a menudo favorecido por un acceso demasiado “fácil” a informaciones distorsionadas favorecido por “las redes sociales”. Este es un tiempo privilegiado, advierte, “para ir adelante en el camino de la unidad y para buscar la paz en el mundo”.

“La Iglesia necesita de un número mayor de curas válidos- admite el primado caldeo- de hombres de oración, de dirigencia, sabiduría, valentía, servicio y sacrificio”. Se necesitan personas, agrega, en grado de entender “los cambios culturales, sociales y políticos” y los desafíos corrientes, para “vivir su sacerdocio con dedicación, lealtad, creatividad y alegría”, dejando de lado “quejas, frialdad y aburrimiento”.

Renovando la invitación a obrar “para la santificación de la Iglesia”, él exhorta a sacerdotes y fieles a “trabajar con pasión, humildad y sinceridad”. “Viviendo en una sociedad al 95% musulmana-agrega- debemos encontrar una respuesta cotidiana: cómo podemos ser testigos del amor universal de Jesús”. Y para la nación iraquí y todo el área medio oriental, que atraviesan una fase “compleja y problemática”, sirve la admonición de Cristo: “No tengan miedo”.

Los cristianos, afirma el purpurado, deben tener confianza en Jesús y nutrir la esperanza porque ella está fundada “sobre la fe, sino de otro modo será sólo una palabra vacía y sin significado”. “Tengamos esperanza - advierte- porque Dios nos ama como sus hijos” y los “sufrimientos de nuestra Iglesia no deben debilitar el apego a nuestra identidad, en las raíces y a la madre patria”.

Después, el primado caldeo recuerda la importancia del perdón en este período que es el más importante en la vida de la Iglesia. “Como seres humanos- subraya- no podemos reivindicar la perfección, porque somos débiles y cometemos errores”. Sin embargo, lo que cuenta es que “seamos suficientemente humildes para pedir perdón”. “¡Y me auguro que cada uno de vosirak, iglesia católica, pascua, semana santa, cristianos, musulmanes, sacerdotes, paz, islamotros tenga el mismo coraje que tuvo la Iglesia en el reconocer sus propios errores!”.

“No obstante todo, estos errores- concluye el purpurado- no merecen una crítica tan feroz para influenciar en modo negativo la relación entre los fieles y la Iglesia misma. (...) Este es el punto sobre el cual el Papa Francisco insiste con mayor fuerza y que nos pide a todos nosotros obispos hacer”.