Card Raï: la ciudadanía y la pertenencia, para combatir la ‘desertificación’ cristiana en Oriente Medio
En el Sínodo sobre los jóvenes, el patriarca maronita vuelve a enfocarse en el compromiso para la salvaguarda de la presencia cristiana en la región. Los cristianos representan “la base cultural”. Mantener la identidad de los cristianos orientales en Oriente y en los países de la diáspora. Evitar la instauración de guetos y la indiferencia el tema de la pertenencia eclesial.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – Ciudadanía y pertenencia a la propia tierra, para evitar el peligro de una “desertificación” de la presencia cristiana, no sólo en el Líbano, sino en todo el Oriente Medio. Son los dos puntos que marcó el patriarca maronita Beshara Raï, quien figura entre los participantes del Sínodo de obispos dedicado a los jóvenes, que se está desarrollando actualmente en el Vaticano, del 3 al 27 de octubre. “A nivel personal”, afirma el purpurado en una intervención que fue retomada por el periódico cristiano libanés L’Orient-Le Jour (LOJ), este Sínodo “me ha hecho descubrir nuevos horizontes”.
“Estoy pensando cómo podría, a mi regreso, alentar una nueva dinámica que tenga por objetivo estratégico ayudar a los jóvenes cristianos, a todos los jóvenes cristianos, sean ellos del Líbano, de Siria, o de Irak, o de cualquier otra parte, a no desertar de Oriente”, subraya el Card. Raï. Luego agregó que “la presencia cristiana es un necesidad absoluta en Oriente Medio”, porque “la base cultural” sobre la cual se apoya la región es una “base cristiana” y “no tenemos ningún derecho a abandonarla”.
El responsable de la Iglesia maronita, que hoy se reunirá con el Papa Francisco en una audiencia, insistió sobre la importancia de la “educación en la ciudadanía”, es decir, tener iguales derechos y deberes con los demás grupos étnico-religiosos, en particular con los musulmanes. Él expresó el deseo de que, a futuro, este elemento de base venga acompañado de “gestos, en los hechos”, como “el enrolamiento de cristianos libaneses en las fuerzas armadas y en los servicios de seguridad o su contratación en la administración pública” del país de los cedros y en otros Estados que componen la región.
Días atrás, el purpurado intervino en la asamblea general, donde planteó la cuestión de la presencia de las Iglesias Orientales fuera del territorio patriarcal, en la diócesis perteneciente a la Iglesia latina. Él se dirigió a la Santa Sede y a varias diócesis, para que ayuden a las Iglesias orientales –maronita, caldea, asiria, etc.- “a mantener su identidad” y a “permitir la aparición de estructuras eclesiales autónomas” en los territorios. Su ausencia, advierte, “hace que la acción de las Iglesias orientales se torne más lenta en los países adonde se emigra”.
Por último, el patriarca maronita ahondó en el tema de la ciudadanía y de la presencia de los cristianos orientales dentro de las sociedades occidentales, caracterizadas por un elemento multicultural y multiétnico. Él advierte que hay dos amenazas: por un lado, el riesgo de replegarse sobre sí mismas y de la instauración de guetos, y por otro, la indiferencia al tema de la pertenencia eclesial, en nombre de un difuso relativismo en relación con todos los credos religiosos. Es por eso que, advierte el patriarca, se deben reforzar los elementos de pertenencia, y los de la educación tendiendo a la ciudadanía y al bien común.
“Hay que estar más dispuestos a la escucha, y ser capaces de cambiar –concluye el purpurado- y éstos son los dos grandes desafíos que deberán afrontar las jerarquías eclesiásticas en los años por venir, como bien resaltan los participantes del Sínodo. Sin embargo, la escucha de la Iglesia debe tender, cada vez más, a una conversación, ser capaz de acoger todas las diversidades que componen la juventud de hoy”.
17/12/2016 13:14
16/11/2021 13:40