Cambia el veredicto sobre el Sewol: cadena perpetua al capitán del ferry que hizo morir a 300 personas
Gwangju (AsiaNews)- La Alta Corte de la municipalidad de Gwangju anuló las sentencias emitidas en primer grado contra el equipaje del ferry Sewol, que se hundió el 16 de abril de 2014 y ha condenado al capitán a cadena perpetua por homicidio culposo. La defensa logró hacer descartar esta acusación del primer debate, desencadenando las iras de los familiares de las 304 víctimas muertas durante el desastre. Los otros 14 acusados han recibido penas que van de 18 meses a 12 años de cárcel: 3 de ellos fueron absueltos de las acusaciones más graves y han recibido una sentencia leve por “negligencia”.
El capitán Lee Joon-seok, de 70 años fue condenado en noviembre de 2014, a 36 años de cárcel en primer grado por negligencia y abandono de la nave, pero absuelto por homicidio. El veredicto fue criticado como demasiado leve por los parientes de las víctimas, que habían pedido la revisión procesal “inmediata”. El recurso conminó a 12 años de reclusión para el primer oficial y 7 para su segundo. El jefe ingeniero, identificado como “Park” deberá descontar 10 años.
A bordo del Sewol había 476 personas: de éstas, 304 murieron. A la llamada faltan todavía 9 cadáveres, pero el gobierno ordenó suspender las búsquedas cerca de los restos de la nave. El desastre provocó la indignación y el dolor de la entera población. Además, el hecho que el gobierno no haya todavía dado inicio a una investigación sobre las causas que han llevado al hundimiento desencadenó una serie de polémicas que hizo que precipitase la imagen de la presidente Park Geun-hye. En ocasión del primer aniversario del hundimiento el arzobispo de Seúl, el card. Andrea Yeom Soo-jung definió lo acontecido como “una tragedia que destruyó nuestros valores más importantes”.
El naufragio del Sewol tuvo un vasto eco también durante la visita pastoral del Papa Francisco a Corea, que se realizó del 14 al 18 de agosto pasado. El pontífice se detuvo varias veces con los grupos de los familiares de los estudiantes muertos – que pedían al gobierno “verdad y justicia”- y se colocó sobre su muceta blanca el prendedor de cinta amarilla que recuerda a los jóvenes que perdieron la vida en el mar. El Papa también bautizó personalmente al padre de una de las víctimas, el señor Lee Ho-jin, que eligió llamarse Francisco.
16/04/2015