Cada vez más muertos en las cárceles de Sri Lanka

de Arundathie Abeysinghe

Se registra un aumento de los suicidios, sobre todo por ahorcamiento. En los últimos cuatro años han muerto en la cárcel 631 personas. Otras de las principales causas son los enfrentamientos, la violencia y las enfermedades, a menudo causadas por trastornos psicológicos o abuso de drogas. La Comisión de Derechos Humanos ha pedido más protección, como tomar fotografías de identificación en el momento mismo del arresto.

Colombo (AsiaNews)- Causa preocupación el aumento sin precedentes de las muertes de personas recluidas en las cárceles de Sri Lanka. En 2024 han perdido la vida 50 personas más que el año pasado. Las principales causas son los suicidios, las precarias condiciones de salud y las agresiones. En 2023 hubo 209 muertos, declaró Gamini B. Dissanayake, comisionado para las cárceles, y agregó que ahora el número es mucho mayor. Lo más alarmante es el aumento de los suicidios, que el sistema penitenciario no está en condiciones de prevenir. En 2023 se reportaron 17 casos, entre ellos 3 ciudadanos extranjeros.

Las estadísticas publicadas por el Departamento Correccional del país, presionado por una solicitud que se presentó en virtud de la Ley de Derecho a la Información, muestran que en los últimos cuatro años hubo 61 personas, tanto condenadas como sospechosas, que se ahorcaron mientras estaban en la cárcel. En los últimos cuatro años, un total de 631 personas detenidas han muerto durante la reclusión. Los muertos por enfermedad son en su mayoría hombres, y 18 mujeres. Entre los reclusos que murieron en prisión, 357 no eran condenados sino sospechosos. En 2020 la cifra fue de 18, entre 2021 y 2022 fueron 14 y el año pasado 15. La mayoría de las muertes fueron causadas por enfermedades, pero lamentablemente la causa más común es el ahorcamiento.

También hay pérdidas de vida por los enfrentamientos entre los reclusos, alimentados por el hacinamiento y las pésimas condiciones estructurales de los edificios penitenciarios. Por ejemplo, en 2020 murieron 11 presos en reyertas en la cárcel de alta seguridad de Mahara y dos fueron alcanzados por disparos durante los disturbios en la prisión de Anuradhapura. Un preso perdió la vida electrocutado por un cable eléctrico que cayó un día de lluvia y en la misma cárcel de Negombo otro recluso fue asesinado a golpes por sus compañeros de celda. El año pasado, tres prisioneros se ahogaron en el río Mahaweli, al que se habían arrojado para escapar de la cárcel de Pallekele, en Kandy. Otro murió mientras intentaba escapar de la prisión de Kegalle y otro cayó de un cocotero al que se había subido tras escapar de la cárcel de Pallansena, en Negombo.

AsiaNews recogió las declaraciones de Kasun Withanage y Anusha Samanthilaka, abogados de derechos humanos, quienes citan un estudio realizado por la Comisión de Derechos Humanos de Sri Lanka (HRCSL) sobre las principales causas de muerte en las cárceles, donde se señalan diversos motivos. “Por ejemplo, la violencia infligida por los mismos reclusos y los funcionarios de las cárceles, que terminan provocando la muerte - explican -. Las personas fallecidas a menudo se encontraban en un estado de sufrimiento, la mayoría de las veces con síntomas de abstinencia de drogas o de trastornos psicológicos". Estos últimos, que afectan a la salud de las personas encarceladas, suelen utilizarse para justificar actos violentos y perturbaciones.

“La Comisión también documentó que es necesario identificar las señales y fotografiar al detenido en el momento de su ingreso, porque esto permitiría identificar las lesiones sufridas antes del encarcelamiento – continúan Kasun y Anusha -. Ayudaría a determinar si la agresión se produjo dentro de la prisión o antes de ingresar”. Se pide, por tanto, una mayor transparencia que permita rastrear los abusos contra las personas encarceladas y evitar que caigan en un doble estado de fragilidad. Sin embargo, los que son detenidos durante la noche recién pueden ser examinados al día siguiente debido a la falta de funcionarios. "Si un nuevo recluso es agredido durante su primera noche, antes del registro, puede que no sea posible determinar si las lesiones fueron infligidas en prisión o durante el arresto", continúa.

El psicólogo Ruwan Dissanayaka explica cuáles son las razones por las cuales estas personas recurren a gestos extremos. "Cuando los presos son puestos en régimen de aislamiento, la mayoría de ellos se autolesionan y manifiestan tendencias suicidas", dice. “Lo que contribuye al aumento de esta angustia es sin duda el empeoramiento de los síntomas de las personas que padecen enfermedades mentales, así como la falta de atención médica”. Por otra parte debido a la falta de personal de vigilancia en la mayoría de las cárceles de Sri Lanka, los enfrentamientos entre reclusos se producen durante la noche, porque los agentes penitenciarios de servicio no pueden cumplir correctamente su trabajo de patrullaje. A veces los heridos en las reyertas no tienen acceso a la atención médica, especialmente de emergencia durante las horas nocturnas, y se considera que este factor también ha contribuido a algunas muertes en las cárceles.