Cachemira, 40 soldados indios asesinados en el peor atentado jamás visto. La condena de la Iglesia católica

Un grupo fundamentalista islámico pakistaní reivindicó el atentado. Un automóvil repleto de explosivos estalló al paso de las tropas. Mons. Theodore Mascarenhas: “La violencia jamás es la solución del problema”.

Srinagar (AsiaNews) – Es de al menos 40 muertos y varios heridos el saldo del peor atentado perpetrado contra soldados del ejército indio en Cachemira. El ataque se produjo hace pocas horas en Srinagar, la ciudad más importante del Estado, ubicado en el extremo noroeste de la India. Según pudo saberse a partir de los testimonios de sobrevivientes, un automóvil repleto de explosivos fue detonado al pasar un convoy que transportaba tropas por la autopista Srinagar-Jammu. En diálogo con AsiaNews, Mons. Theodore Mascarenhas, secretario general de la Conferencia Episcopal India (CBCI), condena “en nombre de toda la Iglesia católica india este trágico incidente. La Iglesia está de luto, unida al resto del país”.

Se trata del atentado más sangriento que se haya perpetrado contra soldados de la Unión india. Según los últimos datos disponibles, el ataque fue reivindicado por el grupo fundamentalista islámico pakistaní Jaish-e-Mohammad. El premier indio Narendra Modi se expresó duramente en las redes sociales, condenando el gesto “despreciable”. Como él, los mayores exponentes políticos del Estado se sumaron al repudio de la masacre.

El atentado se produce en uno de los momentos más delicados de la historia india, en un país marcado por un fuerte debate político, en vista de las elecciones generales, a celebrarse en el próximo mes de mayo. La nación arriesga caer en el caos, siendo que la cuestión de Cachemira es uno de los temas más candentes para la vida del país. Este territorio, ubicado en la frontera con Pakistán, es objeto de disputa entre las dos naciones desde su reparto durante el ex imperio británico, en 1947.

Los numerosos intentos de establecer la independencia y un conflicto latente han provocado decenas de miles de muertos, cuya mayor parte han sido civiles. El último período en el que se vio avivado el enfrentamiento fue en 2016, cuando las fuerzas de seguridad dieron muerte al famoso separatista Burhan Wani. Como represalia, los militantes irrumpieron en la base militar de Uri y asesinaron a 18 soldados. La vida de los habitantes quedó paralizada por meses, tras dictarse el toque de queda. Solo algunos voluntarios y la parroquia católica de Srinagar proporcionaron algo de alivio a los sufrimientos de la población.

“Nuestros corazones –dice a AsiaNews Mons. Mascarenhas - están doloridos y consternados por esta irracional y cobarde violencia. No existen palabras suficientes para condenar esta barbarie. Encomendamos en las manos del Señor a las almas de estos valientes hombres que han muerto mientras cumplían su trabajo. Rogamos por las familias que han perdido a sus seres queridos”. Y agrega: “La violencia jamás es la solución del problema. Roguemos por la paz y la armonía”.