Bután reduce el 'impuesto al desarrollo sostenible' para impulsar el turismo
El objetivo del reino es volver a los niveles turísticos anteriores a la pandemia sin dejar de preservar los recursos naturales. Sin embargo, sus esfuerzos pueden ser en vano debido al calentamiento global: según un nuevo informe, los glaciares del Himalaya se están derritiendo a un ritmo alarmante.
Timbu (AsiaNews/Agencias) - Bután redujo los impuestos de alojamiento para los turistas internacionales, en un intento de volver al nivel de visitantes de antes de la pandemia del Covid-19, sin dejar de cumplir sus compromisos de protección del medio ambiente.
En septiembre de 2022, tras dos años de cierre debido a la crisis sanitaria, el pequeño reino enclavado en las montañas del Himalaya había subido la tasa -denominada tasa de desarrollo sostenible- de 65 a 200 dólares estadounidenses. Desde este mes y hasta finales de 2024, los visitantes que paguen la tasa por cuatro días podrán permanecer otros cuatro, mientras que los que paguen la tasa por 12 días podrán permanecer en el país durante un mes. La medida sólo se aplica a los viajeros internacionales que paguen en dólares, no a los de la India que paguen en rupias.
Dorji Dhradhul, director general del Consejo de Turismo, explicó que Bután aspira a aumentar los ingresos del sector turístico del 5% actual al 20% de su PBI. Desde enero, más de 47.000 personas han visitado el reino, que espera alcanzar las 86.000 a finales de año. En 2019, hubo unos 315.600 turistas.
Las autoridades locales afirman que las contribuciones pretenden atraer a viajeros adinerados para disponer de más fondos con los que compensar la huella de carbono de los turistas y mantener el entorno impoluto. A diferencia del vecino Nepal, Bután ha prohibido el montañismo para preservar la santidad de sus cumbres, renunciando a los ingresos de los excursionistas y escaladores del Himalaya.
Sin embargo, debido al calentamiento global, los esfuerzos de Bután pueden resultar en vano. Un informe publicado hoy por el Centro Internacional para el Desarrollo Integrado de las Montañas (ICIMOD), con sede en Katmandú, muestra que los glaciares de las cordilleras del Hindu Kush y del Himalaya (que atraviesan varios países del sur de Asia, incluidos Bután y Nepal) se derritieron entre 2010 y 2020 a un ritmo un 65% más rápido que en la década precedente. Esto significa que las masas de hielo de gran altitud podrían perder el 75% de su volumen a finales de siglo, generando inundaciones y escasez de agua, lo que afectaría a 240 millones de personas que viven en las regiones montañosas y a otros 1 650 millones que viven en los valles.
Las 12 cuencas fluviales que nacen en el Himalaya, entre ellas las del Ganges, el Indo y el Mekong, alcanzarán probablemente su caudal máximo hacia mediados de siglo, según explicaron los expertos: "Aunque pueda parecer que tendremos más agua porque los glaciares se derriten a mayor velocidad, con demasiada frecuencia aparecerá en forma de inundaciones en lugar de un caudal constante", afirmó Philippus Wester, autor principal del informe. Pasado el pico, las reservas de agua disminuirán. "Perderemos glaciares dentro de cien años", añadió el científico medioambiental. "Esto era de esperarse, pero lo inesperado y muy preocupante es la velocidad con la que sucede".
El deshielo ya está afectando a las comunidades de montaña: "Hubo un gran número de muertes de yaks porque en verano se dirigen a pastos situados a mayor altitud" debido a la irregularidad de las precipitaciones, comentó la coautora del informe, Amina Maharjan, especializada en migraciones y medios de subsistencia. Sin embargo, los residentes locales no cuentan con el apoyo que necesitarían, añadió: "La mayor parte de la adaptación es la reacción de las comunidades y las familias a los fenómenos climáticos, y esto es inadecuado para hacer frente a los retos que plantea el cambio climático".
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