Bombas, elecciones, condenas: Egipto busca su camino
El Cairo (AsiaNews)- Una bomba explotó ayer delante de la Corte Suprema del Cairo matando a 2 personas e hiriendo a 9. El atentado parece tuviese como objetivo los policías de guardia de la Corte. Un día antes en Aswan, 2 civiles murieron por una explosión delante de una comisaría de la policía. Ayer otras 5 bombas, muy rudimentarias, explotaron en diversas partes de la ciudad capital, sin provocar víctimas..
Desde la deposición de Moahmed Morsi, el presidente afiliado a los Hermanos Musulmanes, en julio de 2013, los ataques contra la policía y el ejército aumentaron. A menudo son reivindicados por grupos fundamentalistas islámicos ligados a la fraternidad o al estado islámico.
Abdel Fattah al-Sisi, el ex general que asumió en mayo de 2014, prometió que iba a erradicar las violencias de los militantes islamistas, pero hasta ahora ha tenido sólo un suceso limitado.
Si bien varios lo acusan de tener el puño de hierro contra cualquier oposición, la mayoría de la población lo ve como el salvador del Egipto y de la economía del país, postrada por años de tensión.
El doble juicio sobre al-Sisi (liberador/dictador) se repitió hace dos días, cuando la Corte constitucional, suspendió algunas leyes electorales postergando las elecciones a una fecha indeterminada. Las elecciones estaban fijadas para marzo y mayo y debían llenar el vacío electoral que dura de junio 2012, cuando el parlamento fue disuelto porque era inconstitucional.
Los opositores critican a al-Sisi por el atraso, también si él ha exhortado a la Corte a hacer las enmiendas necesarias para emitir la ley dentro de un mes. En realidad el bloqueo de las leyes sucedió porque son consideradas penalizadoras contra la representatividad de la población.
Por ahora para las elecciones se presentaron 5.690 candidatos independientes o miembros de partido para concurrir apara los 420 escaños del parlamento, distribuidos en 19 listas. Dos partidos, "Por amor a Egipto" y "Alianza republicana de las fuerzas sociales" apoyan a al-Sisi, si bien el ex general no pertenece a ningún partido.
Muchos editorialistas y observadores piensan que el atraso en las elecciones sea un hecho positivo que garantiza una mayor democracia al proceso electoral.
Mientras tanto la opinión egipcia parece haber recibido bien la confirmación de la condena a muerte de 4 miembros de los Hermanos Musulmanes y la cadena perpetua al líder espiritual Mohamed Badie. Ellos fueron condenados el pasado diciembre: la condena fue confirmada por el Gran Muftí y luego por la Corte.
Los condenados son acusados de asesinato, incitación el homicidio, tentativo de homicidio, posesión de armas y asociación a grupos armados que han aterrorizado a la población durante los enfrentamientos sucedidos en junio de 2013, delante de la sede de los Hermanos Musulmanes en el Cairo, donde fueron muertos 12 manifestantes y 91 heridos.
Al mismo tiempo, la opinión pública está sacudida por la sentencia que la corte emitió contra los jóvenes que el 25 de enero de 2011, manifestaban contra Hosni Mubarak y el 30 de junio contra Mohamed Morsi, infligiendo penas de 5 a 15 años para los manifestantes que han desafiado a la ley que prohibía las manifestaciones públicas. Entre ellos están los conocidos activistas Alaa Abdel-Fattah y Ahmed Abdel-Rahman.
La gente está dividida entre aquellos que piensan que esto jóvenes han desafiado la orden y provocado problemas y aquellos que denuncian la brutalidad de la sentencia para los manifestantes que expresaban sólo su oposición contra un violento sistema policial. La pasada semana, hablando en público, el presidente al-Sisi reconoció la dureza de la sentencia y anunció que él podrá hacer uso de su derecho al perdón.
Otras contradicciones se acumulan: hace dos días la asociación de abogados se reunió para pedir justicia por el asesinato de Karim Yhaya, un abogado maltratado y torturado en una estación de policía del Cairo. Dos policías fueron arrestados; pero la asociación pide la dimisión del Ministro del Interior, la cancelación del secreto de oficio y la publicación de una relación imparcial sobre el argumento.
No obstante esto, "hay un futuro mejor para Egipto": lo afirma el jefe de la Iglesia evangélica en Egipto, el pastor André Zaki. En una entrevista a la prensa, Zaki, que es residente de la Federación de la Iglesias protestantes (que nuclea a 17 denominaciones) habló de esperanza para el país, también por el creciente reconocimiento de la contribución de los cristianos a la revolución anti-Mubarak y anti Morsi, como también a un cambio de visión del gobierno hacia los cristianos del país.
Él hizo también notar que la mayor unidad de los cristianos con la vida de la nación está andando junto a la unidad entre la Iglesia ortodoxa, católica y protestante.
22/04/2015
25/04/2017 16:16