Bomba de Bangkok: la confesión de un “culpable” fue obtenida mediante torturas
Lo revela el abogado de Bilal Mohammed, uigur chino, uno de los dos incriminados que mañana comparecerán ante la corte militar. La junta militar desmiente tajantemente las acusaciones; “Nada fue hecho a los sospechosos mientras estaban bajo arresto”. Quedan muchas zonas oscuras en la investigación, que en varias oportunidades fue cerrada, y luego reabierta
Bangkok (AsiaNews) – Bilal Mohammed, el hombre de etnia uigur, reo confeso de haber estado involucrado en el atentado de Bangkok ocurrido en agosto de 2015, habría sido torturado y obligado a admitir su propia culpabilidad. Es lo que afirma su abogado, Schoochart Kanpai, en la vigilia de la presentación de Mohammed ante una corte militar. Según la policía, Mohammed y Yusufu Mieraili (el otro sospechosos detenido), confesaron de manera espontánea su rol en la explosión de la bomba que provocó 20 muertos y 100 heridos, entre ellos, muchos turistas.
En el momento de la confesión –dijo el abogado, luego de visitar a su asistido en prisión- Mohammed “fue torturado y sometido a presiones. Esa es la razón por la que confirmó las acusaciones que le eran dirigidas. Él continúa diciendo no tener ninguna implicación en el caso. La única acusación que sí reconoce es la de la inmigración ilegal”.
A través de su vocero, los miembros de la Junta militar en el poder dijeron estar “más que seguros de que nada sucedió a los sospechosos mientras estaban arrestados”.
Mihammed y Mieraili fueron incriminados en noviembre de 2015 por 10 cargos de acusación (entre ellos, por homicidio premeditado y conspiración), e no incluyen sin embargo, la acusación de terrorismo. Las autoridades de Bangkok, no obstante la investigación así lo sugería, desde un primer momento descartaron la pista de terrorismo de modo de no afectar la industria del terrorismo y dañar así la economía del país. Ambos, por otro lado, no habrían confirmado y tampoco negado las acusaciones, a causa de problemas con la traducción durante la audiencia preliminar.
El atentado de agosto pasado no fue reivindicado. La pertenencia a la etnia uigur de los dos principales presuntos culpables incrementó las sospechas de que dicho atentado fuera una venganza de la etnia, que profesa la religión musulmana, que habría actuado en represalia por una extradición forzada ocurrida en el mes de julio.
Las investigaciones de la policía han visto surgir críticas por parte de la población local y de los expertos. Estando todavía en fase de investigación, el primero de septiembre la policía se apropió de la recompensa (85.000 dólares) por el trabajo realizado. El 29 de septiembre el ex jefe de departamento de policía, gen. Poompunmuang , declaró el “caso cerrado” y entregó otros 82.000 dólares a sus hombres, en concepto de premio.
Por otro lado, el presunto “cerebro· del atentado, identificado como Izaan, continúa libre, al igual que otros 15 sospechosos (todos uigures). Por estos motivos, una fuente de AsiaNews en Bangkok ha calificado la investigación entera como un verdadero “fraude”.