Biskek, la ventana de los negocios rusos
Entre los países de Asia Central, Kirguistán se está convirtiendo en la ruta preferida de los empresarios moscovitas para sortear las sanciones impuestas por el conflicto en Ucrania. La unión aduanera con Rusia, la facilidad de las transacciones bancarias y la disponibilidad de mano de obra barata son algunos de los factores que animan a las empresas a trasladarse a Biskek. Buscando también nuevas rutas comerciales hacia el Este.
Biskek (AsiaNews) - La relokatsija, el "traslado" de la propia empresa a Kirguistán, se está convirtiendo cada vez más en la mejor oportunidad que pueden explotar los empresarios rusos, según explica un amplio reportaje del diario financiero Kommersant. Así ha sido desde el inicio de las sanciones tras la invasión de Ucrania en 2022, junto con otros países del Cáucaso y Asia Central, y ahora se ha consolidado como la principal "ventana de negocios" para quienes quieren desarrollar actividades no relacionadas con la guerra, o sólo con eludir las propias sanciones.
Una primera ventaja es sin duda la desgravación fiscal, que Kirguistán ofrece en muchas variantes, favoreciendo a los inversores extranjeros incluso por encima de los locales. En muchas zonas no se cobran impuestos sobre los beneficios de las empresas, y los impuestos de las personas físicas también se reducen considerablemente. Además, los negocios en estas áreas abren nuevas direcciones de mercado, explotando las relaciones de Biskek con los países más interesados de Asia, Oriente Medio y otras partes del mundo.
La mano de obra kirguisa se ofrece también a costes muy bajos, sobre todo en comparación con Rusia, pero también con los países vecinos. Es ideal para las empresas que necesitan un gran número de empleados, y para las que buscan trabajadores con ciertas características, no demasiado sofisticados tecnológicamente, pero con cierta experiencia en fábricas u obras de construcción. Los trámites para registrar una empresa en Kirguistán son de los más rápidos y simplificados, y basta con unos pocos días para poner en marcha la propia empresa a toda velocidad, sin burocracia y con muy pocas restricciones en cuanto a la propiedad y la administración de la misma.
Para los rusos, el ambiente sociocultural de Kirguistán es especialmente favorable, siendo entre los países de Asia Central el que tiene menos pretensiones de "descolonización". Ciertamente, existe una tendencia a reintroducir el dominio de la lengua y la cultura locales, pero sin una especial animadversión hacia los rusos, que fueron los amos de la región durante mucho tiempo. En Kazajistán y Uzbekistán, países más grandes y desarrollados, la cuestión es mucho más sentida, y se aplican muchas más barreras, incluidas las comerciales y jurídicas, a los empresarios rusos.
En Kirguisia -como lo llaman los rusos, que aquí no utilizan el "-stán" asiático- también es cómodo para los rusos trabajar porque forma parte de la unión aduanera con Rusia, dispone del sistema Swift para las transacciones bancarias y el ruso, al ser la segunda lengua oficial, puede utilizarse en todos los trámites, algo que Kazajistán, en cambio, intenta impedir. Las condiciones aduaneras para los automóviles y la mayoría de los materiales siguen las normas de la Unión Económica Euroasiática (Eaes), controlada por Moscú.
En la práctica, éste es el único país fuera de las fronteras donde un ruso puede ser con seguridad fundador y director general de una empresa, aunque siempre es buena idea contar con un ciudadano kirguís entre los prestamistas y administradores, para asegurarse de que no haya problemas con los pagos y otras prácticas bancarias. Mejor aún es si se obtiene una segunda nacionalidad kirguisa, que es compatible con la rusa y también se expide sin gran dificultad. De este modo, resulta fácil abrir sucursales y representaciones en otros países, así como en las distintas localidades dentro de Kirguistán, y se puede llevar a cabo un eficaz "lavado de aduanas" de la propia producción, abriendo también muchas rutas comerciales hacia Europa. Una ventaja adicional es la total libertad del mercado de criptomonedas.
Sólo en Kirguistán los rusos pueden utilizar las tarjetas de crédito Visa y MasterCard, que ahora son inaccesibles en su país y también en los demás países "amigos", donde a lo sumo conceden tarjetas bancarias locales. En los de Kirguistán, en cambio, se pueden hacer pagos sin cheques hasta 100 mil dólares, y la apertura de cuentas es a menudo una alternativa al registro de empresas rusas propias, lo que permite continuar los negocios desde Rusia utilizando estos canales financieros, como hacen muchas agencias turísticas.
Rusia lucha por mantener su influencia sobre los antiguos países satélites y, en general, Asia Central se vuelca cada vez más hacia Beijing, pero los empresarios rusos se preparan para escenarios secundarios. No se trata de los altos oligarcas económicos, que siguen dependiendo de las políticas del Kremlin, sino de los numerosos hombres de negocios que quieren mantenerse al margen de los conflictos y las contradicciones geopolíticas, yendo de la mano de sus amigos kirguises.
Foto: Flcik / Christian Arnal
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