Bishkek: estudiantes paquistaníes huyen de la violencia contra los extranjeros
Cerca de 1.200 jóvenes regresaron a su país de origen en los últimos días con vuelos especiales que aterrizaron en Islamabad y Lahore. Los ataques fueron provocados por un vídeo que se volvió viral y que mostraba a personas de "aspecto asiático" acosando a estudiantes. Las autoridades kirguisas afirman que hay justicia, pero en el país crece el clima de intolerancia hacia los inmigrantes.
Islamabad (AsiaNews)- Al menos 1.200 estudiantes paquistaníes de la Universidad Internacional de Kirguistán, en Bishkek, abandonaron apresuradamente la capital para escapar de una ola de violencia contra los inmigrantes provenientes del sur de Asia. Sólo en el día de ayer el gobierno organizó varios vuelos especiales que aterrizaron en Lahore e Islamabad para facilitar la repatriación de los jóvenes, que sólo podrán regresar a la universidad cuando se "estabilice" la situación, calificada como "alarmante" en este momento. Sin embargo, hasta ahora no hay noticias seguras sobre los tiempos y persiste un clima de incertidumbre y tensión.
Ayer el rector de la universidad, Asylbek Aidaraliev, explicó que fueron principalmente los estudiantes de primer y segundo año los que abandonaron el país, mientras que otros mayores decidieron quedarse, al menos por el momento. El viceministro de Educación de Kirguistán, Rasul Abazbek-uulu, calificó los ataques masivos contra estudiantes paquistaníes e indios en Bishkek, el pasado fin de semana, como "una situación vergonzosa" que "daña la imagen" del país.
Una estudiante paquistaní, entrevistada por RFE/Rl, explica que abandonó Kirguistán porque la situación es problemática y "estamos asustados", hasta el punto de que decidió hacerlo "con la máxima urgencia". La joven espera que "la situación mejore con el paso del tiempo" y le permita "volver" para terminar sus estudios y "licenciarse".
El origen de la violencia, que estalló el 18 de mayo, fue la publicación de un vídeo que apareció hace unos días y se viralizó en las redes sociales. Muestra a un grupo de personas de "aspecto asiático" acosando por la noche a unos estudiantes y persiguiéndolos hasta el dormitorio. Al menos un joven fue atacado y arrastrado a la fuerza por el suelo.
“Ahora la situación es estable”, continúa el viceministro Abazbek-uul, y refiriéndose a los que decidieron salir del país, afirmó: “De nosotros depende si los estudiantes que abandonaron Kirguistán quieren volver en otoño. Por eso todos los organismos estatales deben trabajar juntos para convencerlos de que es seguro regresar". Mientras tanto, la policía de la capital comenzó una investigación sobre los disturbios masivos con el agravante de odio étnico y racial.
En su primera declaración pública sobre la violencia contra los estudiantes paquistaníes, el presidente Sadyr Japarov declaró ayer que "todos los responsables" serán "castigados". Recordó el difícil proceso que condujo al nacimiento de una nación "basada en el estado de derecho" y, por eso es aún mayor la importancia de "mantener el orden" en forma urgente.
Fuentes del gobierno informaron el arresto de cuatro ciudadanos extranjeros acusados de vandalismo, mientras que las fuerzas del orden siguen la pista de dos kirguises sospechosos de estar involucrados en los ataques a los estudiantes extranjeros. El 18 de mayo, el Ministerio de Salud de Kirguistán comunicó que 29 personas resultaron heridas durante los ataques, 15 de las cuales fueron trasladadas al hospital para recibir tratamiento médico urgente mientras que otras fueron atendidas en el lugar.
Si bien por un lado Bishkek asegura que está decidida a encontrar a los responsables, por otro habla de "insinuaciones" y niega un clima de "intolerancia" hacia los estudiantes extranjeros. Por el contrario, las autoridades acusan a la "inmigración ilegal" y señalan que se están estudiando "medidas más enérgicas y restrictivas" destinadas a reprimir la inmigración ilegal, y un procedimiento más ágil para "expulsar a las personas no deseadas de Kirguistán".
Apenas tres días antes de los ataques la Comisión Estatal de Seguridad Nacional de Kirguistán arrestó a 28 ciudadanos paquistaníes supuestamente por "trabajar ilegalmente" y sin permisos oficiales en un taller de confección de Bishkek. Ese mismo día la policía de la capital clausuró los servicios de entrega que llevan a cabo más de 400 estudiantes extranjeros, en su mayoría paquistaníes, en motocicletas y scooters, alegando problemas de seguridad del tráfico.
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