Bishkek, la Corte Suprema declara ilegal a los ahmadi
Bishkek (AsiaNews)- los musulmanes que adhieren a la doctrina ahmadi y que viven en Kyrgyzstan no tendrán la registración del Estado, y por lo tanto no podrán organizarse como comunidad religiosa. En el caso se los encontrase rezando en privado arriesgan una multa de parte de la policía. Es lo que estableció la Corte Suprema de Kyrgyzstan, que el pasado 10 de julio rechazó el recurso presentado por la comunidad contra la decisión (anunciada en el 2011) de negarles la registración estatal.
Asel Bayastanova, abogado que patrocinó el recurso, explica a Forum 18: "Esta decisión implica que los musulmanes ahmadi no podrán obrar como musulmanes ahmadi, no podrán organizar encuentros de oración o actividades comunes y arriesgan también si tienen actividades privadas o encuentros. Nuestra Constitución garantiza, en teoría, la libertad de los individuos de reunirse no en público por motivos relacionados con la propia fe. Pero de hecho, las autoridades los castigarán, si los sorprenden "in fraganti".
Un fiel ahmadi que vive en la capital Bishkek, y que quiere permanecer anónimo, nos cuenta: "Esta sentencia de hecho nos echa del País. Si nos encuentra la policía secreta, la policía normal o cualquier otra agencia del Estado, arriesgamos penas durísimas: hasta nos podrían llevar presos". "Es un evidente y gravísima violación de nuestro derechos humanos de base, y hasta un peligro para nuestra vida futura".
En kyrgyzstan viven unos 5,4 millones de personas: la religión oficial es el islam suní (un 70% de la población). Según fuentes locales, la comunidad ahmadi cuenta con unos 600 miembros y muchos simpatizantes: fundada a fines del S. XIX en India, esta confesión es considerada "herética" por buen aparte del mundo musulmán suní y chií. Esta venera al propio fundador, Mirza Ghulam Ahmad, y presenta creencias relacionadas con otras religiones. Por esto, su profesión en los Países de Asia central está prohibida y relacionada con el terrorismo islámico. Por su parte los ahmadi niegan fuertemente estas acusaciones y dicen que "son perseguidos por motivos confesionales".