Bihar: budistas en huelga de hambre para pedir la gestión de su templo
Miles de personas se sumaron en Ladakh a la huelga de hambre que se está llevando a cabo en Bodh Gaya para pedir el control total del templo Mahabodhi, el lugar donde se cree que Buda recibió la iluminación. El tema central de la protesta es la composición de la comisión de gestión, controlada por miembros hindúes. El monje Bhikkhu Sanghasena pide al gobierno indio que reconozca el derecho a gestionar en forma autónoma su lugar más sagrado, mientras crece el apoyo a la protesta en la India y en el exterior.
Nueva Delhi (AsiaNews) – Miles de budistas de Ladakh realizaron ayer una huelga de hambre en solidaridad con la protesta que se desarrolla desde hace semanas en el templo Mahabodhi de Bodh Gaya, en el Estado de Bihar, al norte de la India. Desde el 12 de febrero cientos de monjes han estado ayunando para pedir que se reforme el actual sistema de gestión del santuario, que según los monjes margina a la comunidad budista.
El Templo Mahabodhi, construido por el emperador Ashoka en el siglo III a. C. y actualmente declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es el lugar donde, según la tradición, Buda alcanzó la iluminación. Sin embargo, la administración del mismo está regida por una ley de 1949 que dispone una comisión de gestión integrada por miembros hindúes y budistas: de nueve representantes, cinco son hindúes (entre ellos el magistrado de distrito que actúa como presidente) y cuatro son budistas. Los manifestantes piden una revisión de la legislación para que la gestión del lugar quede enteramente en manos de la comunidad budista, sin interferencia del Estado en los asuntos religiosos.
“Los debate actuales sobre la Ley de Gestión del Templo Mahabodhi de 1949 ponen en evidencia un problema más profundo de representación y gobernanza religiosa”, declaró Bhikkhu Sanghasena, monje y director espiritual del Centro Internacional de Meditación Mahabodhi, en un llamado a la autonomía budista. Aunque el Templo Mahabodhi de Bodh Gaya tiene “una importancia inmensa para los budistas de todo el mundo”, continuó Bhikkhu Sanghasena, “su estructura de gobierno – que originalmente tenía una mayoría hindú y luego fue modificada para asegurar una representación igualitaria de hindúes y budistas – ha sido durante mucho tiempo un punto de discordia”.
“La continua presencia de autoridades hindúes en la administración a menudo se justifica por circunstancias históricas, concretamente el papel que tuvieron los custodios hindúes locales en la preservación del templo cuando la influencia budista en la India había menguado”, explicó el monje, haciendo referencia a situaciones que se remontan al siglo XIX y que hoy ya no tienen ninguna validez. “Los precedentes de otras instituciones religiosas en la India – como el Ram Mandir para los hindúes y la Jama Masjid para los musulmanes – muestran claramente que los lugares de culto son típicamente gobernados por sus respectivas comunidades religiosas. A la luz de estas consideraciones, la demanda de control budista exclusivo sobre el Templo Mahabodhi es razonable y justificada. Las recientes protestas, las huelgas de hambre y las peticiones presentadas por las organizaciones budistas a nivel nacional ponen en evidencia la creciente urgencia de abordar esta cuestión”.
Y además “la India, como cuna del budismo, tiene la responsabilidad única de preservar y honrar su patrimonio budista”, siguió diciendo Bhikkhu Sanghasena, quien, tras un período en el ejército de la India, se dedicó durante mucho tiempo a diversas obras humanitarias en Ladakh, hasta el punto de que en 2017 fue uno de los candidatos al Premio Nobel de la Paz. “El primer ministro Narendra Modi ha recurrido activamente al budismo como un aspecto clave de la política diplomática india - continuó el monje -. Dado el compromiso diplomático de la India con los países de mayoría budista, garantizar la autonomía de los budistas en su lugar más sagrado fortalecería la credibilidad de la India como protector del patrimonio budista. Una solución viable podría ser derogar o modificar la ley para otorgar pleno control administrativo a los budistas, garantizando al mismo tiempo que se reconozca con el debido respeto la histórica presencia hindú en Bodh Gaya”.
A pesar de la creciente presión, el gobierno de la India todavía no ha hecho ninguna declaración oficial sobre la cuestión. Por otra parte los manifestantes han acusado al gobierno de Bihar de utilizar métodos intimidatorios para dispersar las protestas pacíficas y han culpado a las autoridades del templo por manejar mal las donaciones y maltratar a los peregrinos.
La huelga de hambre ha obtenido apoyo a nivel nacional e internacional y la adhesión de más de 500 organizaciones, entre ellas el All India Buddhist Forum y la Ladakh Buddhist Association. Las comunidades budistas de Sri Lanka, Tailandia, Laos, Camboya, Corea, Japón, Estados Unidos, Canadá y Mongolia han expresado su solidaridad con la protesta, mientras grupos de simpatizantes de diferentes regiones de la India se dirigen a Bodh Gaya para unirse a la manifestación.
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