Bhopal, 40 años sin justicia para los supervivientes del desastre ambiental
Estudios recientes han demostrado que la nube tóxica liberada en el ambiente en 1984 sigue teniendo hasta el día de hoy consecuencias en la salud de los residentes. En el lugar donde funcionaba la fábrica estadounidense responsable de la tragedia todavía quedan más de 330 toneladas de residuos tóxicos. Nadie fue nunca juzgado seriamente por esta causa y actualmente sólo las asociaciones locales se ocupan de los supervivientes.
Bhopal (AsiaNews)- Cuarenta años después del desastre químico de Bhopal, los supervivientes de la tragedia vuelven a pedir justicia. Varias asociaciones organizaron esta mañana una marcha de protesta hacia el lugar de la planta que ha envenenado (y sigue envenenando a pesar de que está cerrada) a decenas de miles de personas.
La noche entre el 2 y el 3 de diciembre de 1984 una fuga de isocianato de metilo, un compuesto químico que se utiliza en la producción de pesticidas, invadió a los habitantes de Bhopal, capital del Estado indio de Madhya Pradesh. Debido a la nube tóxica, miles de personas murieron inmediatamente por asfixia, más de 5 mil según datos oficiales. Estimaciones posteriores calcularon que el gas podría haber causado la muerte de al menos 25 mil personas, mientras que cerca de 560 mil sufrieron daños irreversibles a su salud.
Hasta la actualidad, en los alrededores del lugar donde se encuentra la fábrica nacen muchos niños con malformaciones y daños en el sistema inmunológico, probablemente debido a la contaminación del suelo y del agua, a la que nunca se puso remedio. En el edificio de la fábrica todavía quedan 337 toneladas de residuos tóxicos y no parece posible que algún día se puedan eliminar, porque los residentes que viven cerca de las plantas donde deberían tratarse siempre se han opuesto a esta decisión.
Un estudio que publicó el año pasado el Indian Council for Medical Research, que siguió los niveles de salud de más de 90.000 personas entre 1985 y 2015, explica que "las personas expuestas al gas tienen un riesgo de muerte 1,30 veces mayor que aquellas que no han estado expuestas". La incidencia de enfermedades respiratorias también sigue siendo dos veces mayor en Bhopal que en el resto de la India.
El compuesto químico procedía de la Union Carbide Corporation, una empresa estadounidense fabricante de pesticidas que poco antes de la tragedia había decidido cerrar la planta. Sin embargo, los depósitos de isocianato de metilo nunca se vaciaron. Y nunca se aclaró cómo fue posible que se liberaran en el ambiente más de 42 toneladas de isocianato de metilo.
En 1989 la Union Carbide, subsidiaria de Dow Chemical desde 2001, propuso pagar 470 millones de dólares de compensación a las víctimas, que recibieron menos de 500 dólares cada una. Ese año la empresa ya sabía que las aguas de la región también habían quedado contaminadas, pero el secreto recién salió a la luz gracias a una investigación en 1999.
El director general de la empresa, Warren Anderson (fallecido en 2014 a los 92 años), fue detenido en la India la mañana del 3 de diciembre, pero recuperó la libertad pocos días después (según algunos, gracias a importantes contactos). De ese modo pudo regresar a los Estados Unidos, que no permitió la extradición a la India. “Esperamos que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, en su esfuerzo por hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande, ponga fin a la larga historia de injusticia en Bhopal. Esperamos que Trump tome medidas contra Union Carbide y Dow Chemical”, dijo hoy en la marcha de protesta Rashida Bee, de 68 años, presidenta de Bhopal Gas Peedit Mahila Stationery Karmchari Sangh, una asociación que representa a los supervivientes.
Tampoco fue nunca a la cárcel ningún funcionario indio. Los que habían sido declarados culpables recibieron libertad bajo fianza y nunca ha se permitido examinar las apelaciones. Los jueces que lo intentan indefectiblemente son trasladados. Algunos activistas locales señalaron también que, a pesar de varias sentencias de la Corte Suprema, la India nunca ha indemnizado adecuadamente a las víctimas, que a menudo deben hacer frente a tumores o disfunciones renales derivados de la contaminación. El gobierno local de Madhya Pradesh ha ampliado el suministro de agua potable, pero quienes se ocupan de las personas con enfermedades y discapacidades son sobre todo las ONG locales. La misma Rashida Bee, que ha perdido a seis personas de su familia que murieron de cáncer, es cofundadora de una asociación que ofrece tratamiento gratuito a los niños.
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