Benoit Thuan: hacia los altares el misionero que fundó los cistercienses en Vietnam
Ha concluido en Roma la fase diocesana del proceso de beatificación del sacerdote francés que fundó el monasterio de Nuestra Señora de Phuoc Son, en la diócesis de Hue, en 1918. Una experiencia que hoy cuenta con cientos de monjes en Vietnam.
Roma (AsiaNews)- “Un momento de fiesta para toda la Iglesia”, tanto en Roma como en Vietnam. Así definió hoy en el Palacio de Letrán mons. Baldassare Reina, vicerregente de la diócesis de Roma, la sesión de clausura de la fase diocesana del proceso de beatificación del P. Benoit Thuan, nacido como Henri François Denis (1880-1933), misionero francés en Vietnam desde 1903 y fundador en 1918 de la primera comunidad monástica masculina del país, el monasterio de Nuestra Señora de Annam en Phuoc Son, en la arquidiócesis de Hue.
Como requieren los procedimientos canónicos, los documentos de la investigación sobre la santidad de este siervo de Dios, muy venerado en Vietnam hasta la actualidad, fueron sellados para ser enviados al Dicasterio para las Causas de los Santos, en una ceremonia en la que estuvieron presentes el padre Mauro Giuseppe Lepori, abad general de la orden cisterciense, y el padre Juan XXIII, abad presidente de la Congregación cisterciense de la Sagrada Familia, rama fundada en Vietnam por el P. Benoit Thuan.
Nacido en Boulogne-sur-Mer, Francia, el P. Henri François Denis fue ordenado sacerdote para la Misión Etrangeres de París el 7 de marzo de 1903. Unos meses más tarde partió hacia Vietnam y fue destinado a la misión de Hue, donde tomó el nombre de "Thuan", que en vietnamita significa "obediencia". En medio de la cultura local, se colocaba frente a la gente que encontraba no con un estilo de superioridad sino de servicio. Hasta que en un momento de su apostolado misionero sintió fuertemente la llamada a dar testimonio del Evangelio con un estilo monástico. En 1918, de acuerdo con su obispo y con el permiso de Propaganda Fide, fundó el monasterio de Nuestra Señora de Annam en extrema pobreza y al principio con un solo compañero.
“En aquel momento - recuerda Mons. Reina - en Vietnam sólo existían los dos monasterios femeninos que el Carmelo de Lisieux había fundado en Saigón y Hanoi. Y es significativa la carta que el 2 de diciembre de 1922, la Madre Inés de Jesús - hermana de Santa Teresa de Lisieux, que el año anterior había sido declarada venerable por la Iglesia - escribió al P. Benoit, recordando el deseo de la gran carmelita de partir hacia Vietnam y proponiéndola como el 'ángel de la guarda' de esa nueva comunidad monástica masculina".
Los monjes inmediatamente comenzaron a cultivar arroz como los campesinos pobres de Vietnam. Y a pesar de la dureza de esa vida (uno de los primeros novicios murió atacado por un tigre), ese ideal atrajo inmediatamente a decenas de jóvenes. Y es una semilla que - superando la historia extremadamente dolorosa vivida por Vietnam en el siglo XX - sigue floreciendo hoy, con cientos de monjes en cinco comunidades cistercienses en diferentes zonas del país.
El P. Benoit Thuan murió el 25 de julio de 1933. Dos años más tarde se cumpliría su gran deseo de ver a su comunidad religiosa acogida en la familia cisterciense. Casi un siglo después, el abad Lepori subrayó en la ceremonia de hoy la fuerza todavía "profética de este misionero que se hizo monje para llegar al fondo de su misión". El padre Benoît - añadió - comprendió que no era suficiente llevar el anuncio de Cristo Redentor a los confines geográficos de la tierra; es necesario llevarlo hasta los límites extremos de los corazones. Allí donde todo hombre yace abandonado a una vida sin sentido si no encuentra a Jesucristo. Para promover una renovación monástica y misionera en la Iglesia - concluyó - más que palabras necesitamos estas figuras que supieron afrontar con fidelidad creativa la necesidad del Cristo de su tiempo".