Beirut: el 'asalto' a un banco convierte a una arquitecta de 28 años en 'heroína nacional'
Sally Hafiz irrumpió en una sucursal del Blom Bank con una pistola de juguete y retiró 13.000 de los 20.000 euros depositados de la cuenta de la familia. Fingiendo estar embarazada consiguió eludir a la policía. Necesitaba el dinero para pagar el tratamiento médico de su hermana, enferma de cáncer. Desde su refugio acusa: “Somos el país de las mafias”.
Beirut (AsiaNews) - ¡Impresionante! No hay otra palabra para describir la aventura de Sally Hafiz, de 28 años, una intrépida activista que se convirtió en la musa de muchos libaneses cuando tomó como rehén una sucursal del Blom Bank el pasado 14 de septiembre (Bank of Lebanon and Overseas). Gracias al asalto pudo retirar por la fuerza cerca de 13 mil dólares depositados en la cuenta de su hermana, congelada -como la de muchos otros ciudadanos- por una medida arbitraria de control de capitales que impusieron de la noche a la mañana las entidades de crédito libanesas en octubre de 2019. Y que sigue vigente en la actualidad aunque no tenga respaldo legal.
“Somos el país de las mafias. Si no eres lobos, otros lobos te comerán”, dijo a Reuters en una entrevista concedida en un lugar remoto de Bekaa, donde se ha ocultado de la policía. Ella es una arquitecta y decoradora de interiores y a pesar suyo se convirtió en heroína nacional cuando decidió pasar a la acción.
En algunas imágenes dramáticas, reproducidas por todas las televisiones locales, se puede ver a Sally Hafiz de pie sobre un escritorio del banco, blandiendo la pistola de plástico de su sobrino y dando instrucciones a los empleados para que le entreguen fajos de dólares.
El raid de Sally Hafiz recibió el apoyo de una multitud de personas que se reunieron frente al Blom Bank, en el barrio residencial de Sodeco. “Tal vez pensaron que era una heroína -dijo- porque fui la primera mujer en hacer algo así, en una sociedad profundamente patriarcal donde rara vez se escucha la voz de una mujer”. La joven agregó que nunca tuvo la intención de lastimar ni herir a nadie pero, al mismo tiempo, dice que está “exasperada por la inercia del gobierno”.
"Todos confabulados"
"Todos están confabulados entre ellos, para robarnos y dejarnos morir lentamente de hambre", agregó. También quiso aclarar que solo tomó la decisión de actuar después de que intentó en vano recurrir al gerente y a los directivos de la entidad de crédito para obtener información. En respuesta, el Blom Bank dijo en un comunicado que la sucursal había colaborado y trató de responder a su solicitud de extracción de fondos, pero le pidió documentos de respaldo, como suele hacer con todos los clientes que reclaman exenciones humanitarias a los controles informales. E ilegales.
Dos días después de recibir una respuesta negativa sobre los fondos, Sally Hafiz volvió con una pistola de juguete, pero muy similar a una real -propiedad de su sobrino- y una pequeña cantidad de combustible mezclado con agua. Se roció con esta sustancia y amenazó con prenderse fuego.
La mujer, conocida por su activismo, insiste en que solo actuó para conseguir los fondos necesarios para la hospitalización de su hermana mayor, quien padece un tumor cerebral que le ha hecho perder la movilidad y el habla.
Exasperada como miles de libaneses por una crisis financiera que ya dura tres años, Sally Hafiz fue una de las cinco personas que asaltaron un banco ese día. Una serie negra que llevó a las entidades de crédito a cerrar sus puertas durante toda esta semana, con total desprecio por las necesidades y requerimientos de los titulares de cuentas corriente y pequeños ahorristas.
Por razones obvias el presidente de la Federación de Empleados Bancarios, Georges Hage, condenó el asalto. En su opinión, la ira popular no debe dirigirse contra las instituciones de crédito, sino contra el Estado. Pero, ¿quién es el principal responsable de esta crisis? Una crisis que, como señaló el Banco Mundial, ha sido "orquestada por la clase dirigente del país" y ha provocado hasta ahora el despido de unos 6.000 empleados.
Sally Hafiz logró recuperar algo más de 13 mil euros de los 20.500 euros que tenía depositados su familia. Y tuvo la previsión de pedir un recibo, para no ser acusada de robo.
Después se escabulló por una ventana que daba a la parte trasera de la sucursal y volvió a su departamento. Horas más tarde descubrió que su edificio había sido rodeado por fuerzas policiales, pero a continuación publicó en Facebook que ya estaba en el aeropuerto, de camino a Estambul. Cubriéndose la cabeza con un chador y rellenando su barriga con ropa para simular un embarazo, logró escapar burlando los controles policiales.
“Bajé del avión y pasé delante de todos. Me desearon suerte con el parto. Era… ¡como estar en una película!” añadió, y aclaró que se entregaría en cuanto los jueces libaneses pongan fin a la huelga, que ha demorado los procesos judiciales y deja a los detenidos languideciendo en la cárcel.
Un cómplice que la ayudó a escapar y posteriormente fue detenido quedó en libertad bajo fianza el 21 de septiembre y fue recibido triunfalmente a la salida del cuartel de policía de Beirut donde se encontraba bajo custodia. Dijo que estaba dispuesto a correr de nuevo el mismo riesgo para ayudar a cualquiera que quiera recuperar "por razones humanitarias" su dinero bloqueado. Y varias asociaciones de titulares de cuenta corriente apoyaron la decisión de la joven activista.
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