Beijing: las nuevas leyes no detienen el tráfico ilegal de órganos
China ha actualizado sus normas contra el comercio ilegal de órganos. Sin embargo, los miembros de la elite política y financiera todavía logran eludirlos a través de hospitales militares, en en este momento realizan la mitad de los trasplantes del país.
Beijing (AsiaNews)- Las nuevas leyes sobre trasplantes de órganos que se publicaron el 14 de diciembre, firmadas por el primer ministro chino Li Qiang, tienen como objetivo endurecer las sanciones por "negligencia" y exigen mayores requisitos a las instituciones médicas que realizan trasplantes. La normativa entró en en vigor el 1 de enero de 2024 y es la última de una serie de medidas que se han adoptado con el propósito de reprimir el tráfico ilegal de órganos, como el sistema anunciado en 2014, que debía impedir la asignación "privada" o el uso de los órganos de prisioneros ejecutados con la pena capital, sin su consentimiento. Además, desde el 1 de enero de 2015 sólo se permiten legalmente para trasplantes donaciones públicas voluntarias u órganos de familiares vivos, pero la demanda de órganos en China sigue siendo altísima.
Un médico chino que actualmente ejerce en Norteamérica y que, por temor a represalias, utilizó el seudónimo de Yang, en una entrevista con Radio Free Asia (RFA) afirmó que “a diferencia de lo que ocurre en la mayoría de los países, actualmente la mitad de los trasplantes de órganos en China se realizan en hospitales militares. Es sabido - dijo - que quienquiera que supervise estas operaciones a nivel provincial o municipal se hará a un lado en cuanto intervengan los militares". “¿De dónde obtienen ellos los órganos? ¿Hasta qué punto puede ser transparente todo esto, teniendo en cuenta que los trasplantes - prosiguió - son en realidad un servicio que se presta específicamente a la élite del partido?”. El médico exiliado también afirmó haber sido testigo del proceso mediante el cual las personas de más alto rango en China y los clientes extranjeros que pagan por el servicio obtienen órganos para trasplantes: “Un alto funcionario de Kazajistán quería un trasplante de riñón en el Hospital General del Ejército Popular de Liberación. Al cabo de un mes - concluyó la fuente -, la operación se realizó con éxito y luego regresó a Kazajistán".
El ex jefe de trasplantes de órganos del Ministerio de Salud de China, Huang Jiefu, escribió en 2011 en la revista médica británica The Lancet que alrededor del 65 por ciento de los trasplantes en China recurren a órganos de donantes fallecidos, pero que más del 90 por ciento de ellos eran de presos ejecutados. Y un estudio de 2022 publicado en el American Journal of Transplantation encontró pruebas de 71 casos de “ejecuciones capitales por extracción de órganos” de presos, y concluyó que “la extracción del corazón durante la cirugía debe haber sido la causa de la muerte del recluso-donante”. China es uno de los países con mayor número de condenas a muerte del mundo, pero el número exacto de ejecuciones es un secreto de Estado para el Partido Comunista Chino. Jiefu ha admitido públicamente que los órganos trasplantados en China todavía provienen en su mayoría de presos condenados a muerte, aunque esta práctica fue prohibida tras la creación del Centro de Gestión de Donación de Órganos Humanos en 2012.
Torsten Trey, fundador y director ejecutivo de la organización internacional Doctors Against Forced Organ Harvesting, afirmó que “es improbable que las últimas leyes puedan afectar un sistema de tráfico ilegal de órganos que garantiza muchos trasplantes con breves tiempos de espera. La simple adopción de nuevas normas resulta inútil si no hay un sistema de control basado en las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que insista en la rastreabilidad de los órganos individuales mediante una donación transparente y un proceso abierto al control, que incluya el acceso inmediato de los equipos de inspección para realizar verificaciones aleatorias".
12/09/2022 15:09