Beijing: el sobrio (y para nada preciso) presupuesto de gastos militares, oculto en los gastos de la seguridad interna
Para controlar a tan sólo la mitad de los que llevan adelante peticiones, es necesario gastar cuando menos 146 millardos de dólares estadounidenses, un monto equivalente al presupuesto de Defensa. Está siendo estudiado un sistema orientado a controlar las patentes de los vehículos. La “estabilidad” y el disgusto de la dirigencia. En los gastos del ejército no están contemplados los gastos “de doble uso”, que puede llegar a ser incluso civil. Sin embargo, Beijing hace pasar como “uso civil” muchos gastos militares vinculados a las islas disputadas en el Mar de la China meridional.
Beijing (AsiaNews) – El anunciado incremento del 7% en los gastos militares de China para el año 2017 ha dejado sorprendidos a muchos observadores. Según la agencia Xinhua, para el mayor ejército del mundo habrá un presupuesto de “tan sólo” 1044 millardos de yuanes [aproximadamente 143 millardos de euros]. El problema es que tanto el premier Li Keqiang, como el ministro de Finanzas no han dicho ni una sola palabra con respecto a los gastos de seguridad interna, que más o menos giran en torno a las mismas cifras que los del ejército.
La noticia sobre el incremento del 7% para este año fue difundida al día siguiente de que Washington anunciara un incremento del 10% en los gastos militares de los EEUU. Dicho incremento –el más bajo desde el año 2000 en adelante- daría la impresión de que China quiere corregir la imagen que el mundo tiene de ella, como un país aguerrido y dispuesto a luchar en las tensiones que atraviesa con los países de la región: Japón, Corea, Vietnam, Filipinas, etc.
Lo que sospechan diversos estudiosos es que el balance mismo del ejército no es preciso. El Prof. Rajeev Ranjan Chaturvedy, del Instituto de Estudios del Sur de Asia en la Universidad Nacional de Singapur afirma que, con frecuencia, las inversiones en el campo militar también tienen un uso civil, y por ende, éstas no son contempladas en el presupuesto global del ejército.
“Muchas expensas e inversiones tienen una doble función, y sirven para objetivos militares y estratégicos, pero no son normalmente incluidos como parte del presupuesto de Defensa”. Un ejemplo son todas las inversiones de tipo militar que China está llevando adelante en las islas disputadas en el Mar de la China meridional, que son justificadas como una “ayuda en pos de la navegación segura” de los productos que se comercian por agua. Se trata de la instalación de radares, bases militares, pistas de aterrizaje que tienen, claramente, un objetivo defensivo.
Hace dos días, el ministro de Finanzas Xiao Jie declaró que no hay ningún problema de transparencia en el presupuesto del ejército. Hablando en la conferencia de prensa al margen de la Asamblea Nacional de Pueblo (ANP), él se defendió del hecho de no haber presentado cifras precisas diciendo que “no había necesidad de reiterarlas en el informe sobre el presupuesto”, puesto que las mismas ya figuraban en los borradores del mismo.
Pero la falta de claridad también se debe a otro factor: nadie ha citado los gastos correspondientes a la seguridad interna, que conforma el verdadero nudo problemático de la dirigencia.
La última vez que dicha cifra fue mencionada fue en el año 2013, cuando los gastos orientados al Interior superaron a los de la defensa militar. La cifra equivalía a 130 millardos de dólares estadounidenses.
Los gastos destinados a la seguridad interna –definidos como “sistema de mantenimiento de la estabilidad”- se requieren para frenar protestas masivas así como a grupos que llevan adelante peticiones y a otras formas de disenso pacífico.
Radio Free Asia elaboró un cálculo aproximado de dichas expensas, a modo de hipótesis. Cita el caso del gobierno del condado de Duolun (en el interior de Mongolia), que, para vigilar las 24 horas del día a una sola persona que lleva adelante peticiones, Wang Fengyun, ha gastado poco menos de 50.000 dólares estadounidenses. Dicha suma comprende gastos extraordinarios correspondientes a la vigilancia nocturna, la incorporación de personal, y los gastos de comidas para todos los policías involucrados.
Wang ha realizado cuando menos nueve viajes a Beijing para pedir justicia en un caso de requisa de tierras efectuada por el gobierno local. Es un caso típico de un blanco en pos del “mantenimiento de la estabilidad”. Según cifras oficiales, hay al menos 6 millones de personas en la misma situación que Wang. Eso significa que para controlar solamente al 50% de ellas, el gobierno debiera gastar 146 millardos de dólares estadounidenses, lo cual equivale al presupuesto de gastos militares del año 2017.
En la ANP, Li Keqiang a menudo ha citado la “estabilidad” como un problema para China, debido a las distintas tensiones sociales que sacuden al país. Li ha mencionado una “situación complicada” y “un incremento de factores que influyen en la estabilidad social”.
Lo más probable es que los gastos destinados a la seguridad crezcan todavía más. Li ha dicho que querría implementar un Sistema de seguridad pública que “previene y controla” la situación. El proyecto abarca un sistema de créditos, de puntaje que es dado a los ciudadanos si el gobierno evalúa su comportamiento de manera positiva.
Además, dicho sistema comprende placas de patentes de automóvil “inteligentes”, que son continuamente controladas. El sistema es capaz de bloquear el suministro de combustible para aquellas patentes no registradas. Un sistema de este tipo ya está siendo implementado en Xinjiang.
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