Beijing: contra la crisis demográfica, fecundación asistida en el sistema de Salud

En la capital, las parejas podrán elegir entre 16 técnicas, desde FIV hasta conservación de semen. El tema de las mujeres solteras que quieren tener hijos; los expertos temen que colapse el sistema por exceso de requerimientos. El año pasado el número de recién nacidos cayó a un mínimo histórico de 6,77 por cada mil habitantes. Anticipan que en 2023 seguirá bajando.

Beijing (AsiaNews)- El gobierno chino ha retomado el desafío de fomentar la natalidad y contrarrestar la crisis demográfica, con las inevitables repercusiones en la economía y el desarrollo que parecen marcar cada vez más los últimos tiempos. El municipìo de Beijing, por ejemplo, ha tomado la decisión -que se hizo oficial ayer- de incluir en el sistema de salud de la capital 16 técnicas diferentes de fecundación asistida para parejas, última (y hasta cierto punto desesperada) estrategia de las autoridades para estimular la natalidad.

En cierto modo se trata de una verdadera revolución, que incluye también cuestiones sensibles y temas que plantean debates de carácter ético, así como una marcada intervención médica en vistas a la procreación asistida. Según Du Xin, subdirector de la Oficina Municipal de Seguro Médico de Beijing, la fertilización in vitro, el trasplante de embriones y la congelación y almacenamiento de esperma estarán incluidos en el seguro básico de salud. China está tomando medidas para contrarrestar la crisis de la natalidad y el primer descenso demográfico en 60 años, resultado de décadas de política del hijo único. El año pasado cayó el número de recién nacidos al mínimo histórico de 6,77 por mil habitantes y se espera que en 2023 siga bajando.

En agosto del año pasado la Comisión Nacional de Salud de China dio instrucciones a las provincias para que reformaran las políticas a fin de reforzar las tasas de fertilidad. Liaoning, en el noreste, comunicó en mayo que a partir del 1 de julio incluiría técnicas de reproducción asistida.

El anuncio de Beijing también precede al veredicto del tribunal en el caso de Teresa Xu, una mujer china de 35 años que demandó a un hospital público de la capital por violación de derechos, porque éste se negó a congelar sus óvulos porque no estaba casada. Preocupados por el rápido envejecimiento, los asesores de política del gobierno propusieron en marzo que las mujeres solteras también deberían tener acceso a tratamientos de congelación de óvulos y fertilización in vitro (FIV), entre otros servicios.

Los tratamientos de fertilidad y las técnicas de congelación de óvulos son de difícil acceso para las mujeres solteras debido a la ley nacional que exige que estén casadas. No obstante, algunas clínicas privadas en algunas provincias, como Sichuan, al sudoeste, ya han comenzado a autorizar y practicar la FIV única para contrarrestar la disminución de nacimientos. Además, la liberalización de los tratamientos de fertilidad en todo el país podría desencadenar una mayor demanda en lo que ya es el mercado más grande del mundo, poniendo a dura prueba -según temen los médicos y expertos especializados- los servicios de fertilidad, que en este momento son sumamente limitados.

Hace tiempo que demógrafos y economistas presionan al gobierno chino para que elimine todos los límites a la maternidad. En la década de 1980 China impuso la ley del hijo único -a menudo implementada de manera radical y violenta- y en 2016 el gobierno lanzó la política de los "dos hijos". Pero al parecer esta política no está dando buenos resultados. Muchas parejas no quieren tener ningún hijo y otras sólo quieren tener uno porque consideran que esta decisión es demasiado costosa. En 2020 algunos miembros de la Academia de Ciencias Sociales hicieron un llamamiento al Estado para que promoviera los embarazos, la inseminación artificial y la ayuda a los padres, sobre todo en las zonas donde la población es más anciana.