Beijing reclama "disculpas" del Dalai Lama y cierra todos los diálogos sobre el Tíbet

En el Libro Blanco sobre la cuestión del Tíbet, el gobierno hace que sea una condición para el diálogo, "la retirada total del monje de cualquier actividad, se disculpe por las fechorías y poner fin de toda solicitud de autonomía para la provincia". Beijing espera administrar su sucesión, pero los expertos religiosos y académicos aclararan: "Sólo el actual líder budista decidirá sobre el futuro de su oficina, la interferencia de China sólo causará más daños".

Beijing (AsiaNews) - El Dalai Lama "debería pedir disculpas por sus fechorías al gobierno chino y dejar de hablar de autonomía para el Tíbet, un concepto que está totalmente fuera de discusión”. Es el corazón del Libro Blanco sobre la provincia autónoma tibetana presentado por la Oficina de Información del Consejo de Estado Chino. En el texto, el gobierno de Xi Jinping rechaza propuestas de diálogo lanzada por el líder budista y reafirma el deseo de seguir una política de represión en la zona.

Cada negociación, escriben los líderes chinos, "pasa por el abandono total de actividades realizadas por el Dalai Lama, quien tiene que pedir perdón al gobierno central y el pueblo chino. En una segunda etapa, vamos a trabajar en lo que tiene que hacer por el resto de su vida. Dado que el sistema y el estado político del Tíbet se aclaran por la Constitución y las leyes de los chinos, no hay un "problema del Tíbet" y menos existe la posibilidad de un mayor grado de autonomía".

El documento no habla de la sucesión de la Premio Nobel de la Paz. De acuerdo con la tradición monástica budista, su reencarnación - el futuro XV Dalai Lama - debe ser reconocido por algunos religiosos indicado por el Panchen Lama, la segunda figura más importante en el budismo tibetano. Sin embargo, Beijing ha secuestrado en 1995, al joven Gyancain Norbu, indicado por el actual Dalai Lama como un renacimiento del Panchen Lama, y ha instalado otro en su lugar.

Después de haber roto el dualismo espiritual, China espera ser capaz de manipular el reconocimiento del próximo líder budista y así cerrar la cuestión del Tíbet. Pero varios religiosos y expertos discuten la interferencia del gobierno chino y consideran "imposible" que indique un sucesor. Lo mismo Tenzin Gyatso declaró que su reencarnación "será reconocido por los nuevos métodos", aunque hasta ahora no ha indicado los procedimientos utilizados.

El actual Karmapa Lama - líder del "culto del Diamante" y "número tres" en la jerarquía del budismo tibetano - subrayó que "sólo el Dalai Lama puede decidir sobre el futuro de su oficina. En la tradición religiosa no hablamos mucho acerca de la reencarnación de un maestro en vida todavía, pero desde mi punto de vista, en este caso tenemos que confiar en él. Tengo plena confianza en sus decisiones".

La interferencia de Beijing, dice el analista Tenzin Norgay, sólo hará las cosas peor: "El único verdadero sistema de reencarnación de figuras religiosas tibetanas es en realidad un sistema indígena que basa su credibilidad en la confianza de la población". En la práctica, el profesor dice, "si China trata de imponer por la fuerza su propio Dalai Lama, la gente simplemente no lo seguirá. Y será todo inútil".