Beijing quiere privatizar los gigantes del Estado, pero la economía real no se fía
Beijing (AsiaNews) - El gobierno chino planea reestructurar al interior las industrias estatales, lo que permite el cierre de esos paquidermos económicos que no son capaces de producir ganancias y permitiendo la entrada del sector privado a sectores hasta hoy monopolio del Estado. Lo dijo Zhang Xiwu, vicepresidente de la Comisión de Supervisión y Administración de los bienes del Estado, durante una rueda de prensa muy esperada y que se celebró esta mañana en Beijing.
La cuestión es fundamental para la supervivencia de la economía nacional. A pesar de la modernización deseada por los líderes chinos desde la época de Deng Xiaoping, de hecho, las industrias estatales siempre han permanecido en el fondo de toda la política económica de China. Y hoy, Zhang admitió, "muchas han llegado a ser como zombis. Vamos a hacer nuevos esfuerzos para reformar estos "negocios-zombis ', metiendo mano en las empresas que pierden dinero y las que no son capaces de un buen desempeño".
Zhang dejó en claro que el plan del gobierno es utilizar el libre mercado: "Vamos a utilizar los intercambios accionarios y otros medios financieros para vender a buen precio las empresas de propiedad estatal no productivas". La Comisión añadió en un documento separado que estas reformas "dará inicio a la revolución en la industria".
El documento era muy esperado por los inversores, y no defraudó las expectativas: según el texto, se le permitirá, finalmente, la cogestión de los gigantes del Estado, con la entrada del sector privado en sectores sensibles como la energía y telecomunicaciones. Sin embargo, los analistas y expertos creen que es "tardía" y la operación "no es del todo transparente": esto permite la entrada de capital privado, pero no deja claro cuál será la estructura de liderazgo dentro de estas empresas.
Otra hipótesis para el estudio es el de reducir el número de empresas de propiedad estatal a través de mega-fusiones internas. Gary Liu, vicedirector ejecutivo del Instituto para las Finanzas Internacionales en Shanghai, dice: "No hay vínculos directos entre la fusión de las empresas estatales y la supuesta reforma. Las señales enviadas hasta ahora se mezclan. La fusión entre los gigantes económicos podría golpear la economía en el largo plazo, a pesar de algunos efectos positivos en el corto plazo. Podría significar aún menos eficiencia y más monopolio estatal".
La reforma deseada por Pekín es empujado también por los indicadores económicos cada vez más pesimistas. El crecimiento nacional en la inversión en capital fijo - un motor esencial de la economía - se ha detenido en un 10,9% en los primeros ocho meses de 2015: este es el crecimiento más débil en 15 años. La producción industrial muestra signos de fatiga, con un crecimiento del 6,1% en agosto (en comparación con agosto de 2014) en contra de los pronósticos de 6.4%. Pero todos los demás sectores están sufriendo, de las empresas de tecnología de información a las compañías de envío hasta el sector manufacturero.
Un poco más golpeadas, mientras continúa el colapso, las Bolsas nacionales, teniendo en cuenta también la inmediata caída en los inversores. Después de la debacle de agosto, la devaluación del yuan - decidido por el Banco Central del Pueblo para frenar los datos negativos y aumentar al menos las exportaciones - hoy Shanghái cerró de nuevo con un ruido sordo: -3,4%. Las bolsas europeas seguían manejando el balón, a la espera de la apertura de Wall Street.
17/12/2016 13:14