Beijing "provoca disgusto" al tratar de expulsar a Taiwán de una conferencia sobre los ‘diamantes de sangre’

La delegación china “secuestró el micrófono” y bloqueó el desarrollo del evento. Representantes africanos respaldaron la posición de Beijing. Pero Taiwán es observador del Kimberley Process desde el año 2007. Se sospecha que China ha comercializado ‘diamantes de sangre’ con Zimbabue.

Perth (AsiaNews/Agencias) – En una conferencia del Kimberley Process, centrada en el tema del control del tráfico de diamante provenientes de zonas en conflicto, que se llevó a cabo ayer en Australia, la delegación china perturbó la ceremonia inicial y bloqueó el desarrollo de la misma exigiendo la expulsión de la delegación de Taiwán.

La actitud tomada por la delegación china fue definida por los periódicos australianos como “disgustosa”. Según fue reportado por los periódicos locales, el grupo de China “secuestró el micrófono” durante la ceremonia aborigen de bienvenida presidida por el Ministro de Relaciones Exteriores Julie Bishop y preguntó por qué había sido invitado el grupo de Taiwán. Ellos plantearon la detención del trabajo hasta tanto no se brindaran respuestas satisfactorias.

A continuación, la discusión en torno al caso terminó siendo abandonada, cuando diversos representantes de países africanos continuaron interrumpiendo el desarrollo del evento para apoyar la posición de China.

Finalmente, para continuar con el encuentro, la presidencia de Kimberley Process hizo alejar a la delegación taiwanesa.

El Kimberley Process es un organismo que desde el año 2000 vigila que el comercio de diamantes no sea utilizado para financiar guerrillas y guerras civiles, sobre todo en los países africanos.

El conflicto entre las dos delegaciones no parece tener origen en acusaciones de participación en el comercio con diamantes de sangre. Sino que forma parte de la tradicional postura adoptada por China, de mantener la presencia de los taiwaneses marginada de los encuentros internacionales.

Geng Shuang, vocero del Ministerio chino de Relaciones Exteriores, defendió la actitud tomada por su delegación, afirmando que Taiwán no podía ser invitada porque no es miembro, ni observador del KP. En realidad, Taiwán tiene estatus de observador desde el año 2007.

Algunos presentes en la conferencia también quedaron sorprendidos por la actitud de los representantes africanos amigos de China. Desde hace años que Beijing, valiéndose de una política de dones y facilitaciones económicas, busca despegar a aquellos países africanos que todavía mantienen relaciones con Taiwán, a fin de quitar a la isla “rebelde” cualquier tipo de vínculo diplomático.

China es el mayor inversionista de África. En el 2016 invirtió en 293 proyectos por un valor de 66,4 millardos de dólares: el triple de lo que invierte EEUU. Muchas ONG critican a China porque sus inversiones se propagan sin mostrar ningún tipo de preocupación por la población local y el respeto de los derechos humanos en los países africanos.

En los últimos años, han surgido sospechas de que China habría comercializado ‘diamantes de sangre’ con Zimbabue.