Beijing ofrece una recompensa por la cabeza de los refugiados de Corea del Norte
Quien escapa de la dictadura de Kim debe pasar, necesariamente, por la frontera septentrional, a China. Tras un período de relativa tolerancia, las autoridades fronterizas agudizan los controles y las repatriaciones. Quien denuncia a un exiliado puede ganar 1000 yuanes; quien lo captura, 2000; quien lo ayuda deberá abonar 3000.
Seúl (AsiaNews) – Tras un período de relativa tolerancia, el gobierno chino ha exacerbado la “caza” de los norcoreanos que huyen de la dictadura de Pyongyang. Las autoridades de frontera en las inmediaciones del río Tumen – límite que divide a China de Corea del Norte- publicaron una “lista de precios” en relación a los exiliados: quien los denuncia obtiene 1000 yuanes (cerca de 120 euros); quien lo captura en persona es recompensado con el doble de dicha suma. En cambio, quien intenta ayudarlo y es descubierto deberá abonar una multa de 3.000 yuanes. Los guardias de frontera además han recibido la orden de disparar contra los fugitivos que detecten a simple vista.
Los norcoreanos que optan por huir corren altísimos riesgos. Obligados a pasar primero a China, siendo que la frontera sur está fuertemente militarizada, en caso de arresto son sometidos a la repatriación forzada: en efecto, Beijing ha firmado un acuerdo con Pyongyang que define a estos prófugos como “migrantes económicos”, y no les concede ningún atenuante de índole político. Por ende, en caso de ser capturados, son enviados a casa, donde arriesgan la pena de muerte o una década de trabajos forzados por “traición a la patria”.
Con el pasar de tiempo y al ir empeorando la situación interna, el dictador norcoreano Kim Jong-un ha agudizado aún más las penas reservadas a los refugiados: en el 2012, primer año de su “reino” inmediatamente después de la muerte de su padre Kim Jong-il, hubo solamente 1.502 norcoreanos que huyeron al sur, cuando el promedio registrado anualmente hasta entonces era de 3.000. En el 2013 los fugitivos sumaron un total de 1.514. Sin embargo, estos datos resultan ser parciales, dado que es imposible establecer cuántos norcoreanos eligen permanecer en China sin documentos.
Según una fuente anónima del DailyNK, en los primeros siete meses del 2016, el gobierno del Norte ejecutó cuando menos unas 60 condenas a muerte en público. De éstas, la mitad fueron llevadas a cabo contra ciudadanos que habían intentado huir.
Desde que se produjo la división de la península, la Iglesia católica surcoreana trabaja para ayudar a los refugiados, que son llamados “saeteomin” ("colonos de la nueva tierra"). Los fieles del Sur llevan adelante programas de inserción social, de idioma y de “actualización política” dirigidos a los prófugos, además de ayudarlos en su búsqueda laboral, y de esta manera se trata de combatir el muro de racismo con que la sociedad divide a estos “hermanos del Norte”.
26/07/2023 16:04