Beijing "llama a que vuelvan" a los sacerdotes chinos que estaban en Seúl y bloquea a 80 jóvenes que partían para la Jornadas asiáticas de la Juventud (Jaj)
Seúl (AsiaNews)- El gobierno de Beijing prohibió a unos 80 jóvenes participar a la Jornada asiática de la Juventud que se está realizando en Daejeón, no obstante el entusiasmo suscitado por el permiso dado al vuelo papal de sobrevolar el espacio aéreo de China. Según las fuentes de AsiaNews, unos 40 jóvenes impedidos estaba compuesta por seminaristas de Beijing, que en julio de este año se negaron de participar a la misa conclusiva del año celebrada por algunos obispos ilícitos. Según el comité organizador de la viista del Papa a Corea, Heo Young-yeop, la decisión de China nació de "situaciones problemáticas internas"; otra fuente habla de posibles arrestos.
Es más, el ejecutivo comunista decidió hacer volver a algunos sacerdotes chinos residentes en Corea antes de la llegada del Papa a la península coreana. Lo confirman fuentes locales a Asianews: "A los curas los llamaron por teléfono funcionarios de la Oficina de asuntos religiosos, que los han amenazado que tendrían "problemas" si no volvían inmediatamente a la patria".
Las amenazas relativas a "problemas" al volver a la patria son un instrumento usul para tener bajo control a los sacerdotes y religiosos chinos en el extranjero. Además del retiro del pasaporte, la anulación de una eventual visa y a genéricos problemas burocráticos, el ejecutivo y sobre todo la Oficina asuntos religiosos llegaron en más de una ocasión a amenazar a las familias que se quedaron en casa de los católicos en el extranjero.
También si no hay datos oficiales, la comunidad china en Corea del Sur cuenta centenares de miles de personas. De éstas, al menos 50 mil son católicos (bautizados o catecúmenos). Los grupos, por la mayor parte residentes en Seúl y en Incheón, son guiados por sacerdotes de su misma nacionalidad. Al mismo modo, son muchos los sacerdotes coreanos que prestan servicio en China, sobre todo a las comunidades coreanas residentes allí.
Para evitar momentos de preocupación, Beijing decidió llamar a estas personas e imponer evitar a ellos cualquier contacto con Francisco.
Ayer en la misa inaugural de la Jornada asiática de la Juventud en Daejeón no había visibles banderas chinas, si bien se esperaba a una delegación de jóvenes de China popular. Sin embrago, afirman siempre las fuentes de Asianews, un grupo compuesto por unos 100 jóvenes logró llegar a la península coreana: se trata de muchachos provenientes de la capital y de la provincia de Hebei.
Habrá tiempo para evaluar estas señales que China envía al vaticano. Por el momento parece que Beijing, que se considera un Estado moderno, no pudo hacer de menos que dar la autorización para que el vuelo que llevaba al pontífice sobrevolara el espacio aéreo chino, pero en la tierra quiere continuar controlando a los católicos. Como también la información: hoy en Xinhua ni siquiera una noticia sobre el Papa en Corea, mientras que aparecen enormes noticias sobre una artista coreana que participa a una cena de beneficencia (VPF).