Beijing continúa financiando a los generales golpistas

China anunció inversiones por un total de 5,1 millones de euros, orientadas al desarrollo. Los gobiernos occidentales sólo proporcionan ayuda humanitaria. Continúan las incursiones del ejército birmano para combatir la resistencia. La ex Birmania es el país donde las empresas chinas cometen el mayor número de violaciones de los derechos humanos.

Rangún (AsiaNews) - China sigue financiando a la Junta militar que el pasado primero de febrero derrocó al gobierno civil de Myanmar conducido por la líder democrática Aung San Suu Kyi. La embajada china en la ex Birmania confirma que el gobierno chino apoyará 21 proyectos de desarrollo local, por un valor de 5,1 millones de euros.

A diferencia de los países occidentales, que han condenado el golpe de los generales birmanos y la posterior represión del movimiento de resistencia, Beijing ha mantenido abiertos los canales de contacto con Naipyidó. Para los líderes chinos, lo que ocurre en Myanmar es un asunto interno de un Estado soberano. El interés primordial de los dirigentes chinos es la estabilidad del Estado vecino, independientemente de quién esté al mando.

Cabe mencionar que Occidente solo proporciona ayuda humanitaria a Myanmar. Ayer, Estados Unidos anunció que tiene a disposición 42,7 millones de euros para hacer frente a la pandemia de Covid-19 en Myanmar. Los grupos locales de la sociedad civil han pedido la intervención de la ONU para combatir la emergencia sanitaria, que avanza por la rápida propagación de la variante Delta del coronavirus.

Mientras tanto, continúan las incursiones militares contra la resistencia. Según The Irrawaddy, en los últimos días las fuerzas de seguridad atacaron a civiles en Rangún, en la región de Sagaing y en el estado de Kachin. El gobierno de unidad nacional, que funciona en paralelo y está formado por miembros de la Liga Nacional por la Democracia (el partido de Aung San Suu Kyi) y representantes de grupos étnicos, afirma que desde el golpe, el ejército ha matado a más de 800 civiles. Por otro lado, los miembros de la resistencia habrían eliminado a 740 soldados en el mes de julio.

Los opositores a la junta militar acusan a China de apoyar el golpe de Estado. Beijing ejerce una importante influencia en Myanmar, principalmente debido a la cooperación estratégica. Los chinos quieren proteger las tuberías de gas y petróleo que van desde Kyaukpyu, en el golfo de Bengala, hasta Kunming, la capital de Yunnan. El gasoducto y el oleoducto forman parte de la Belt and Road Initiative, el plan de Xi Jinping para reforzar los vínculos comerciales de Beijing con el resto del mundo.

Un estudio publicado hoy por la ONG británica Business & Human Rights Resource Centre revela que Myanmar es el país donde las empresas chinas cometen más violaciones de los derechos humanos: 97 casos de un total de 679, identificados entre 2013 (año del lanzamiento de la Belt and Road) y 2020. El sector en el que se cometen más abusos es el de los minerales, que perjudica a las comunidades locales. La investigación pone en duda los esfuerzos de China para mostrarse como un inversor extranjero responsable.