Beijing a Biden: no queremos un conflicto, pero estamos listos para defendernos

de Emanuele Scimia

Ayer el presidente de Estados Unidos dijo que la batalla con China es la batalla del siglo. Portavoz chino: Washington debe ser más racional y abandonar su "mentalidad de Guerra Fría". Zhiqun Zhu, experto en asuntos chinos: El ascenso de Beijing alterará el orden internacional.

Roma (AsiaNews) - El gobierno chino no quiere una relación conflictiva con Estados Unidos sino cooperar pacíficamente y sobre la base del respeto mutuo. En cualquier caso, China protegerá firmemente su soberanía y sus intereses. Esta mañana Wang Wenbin, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, respondió de acuerdo con las reglas estándar de Beijing a las palabras pronunciadas ayer por Joe Biden ante el Congreso. En su primer discurso ante diputados y senadores reunidos en sesión conjunta, el presidente dijo que Estados Unidos y China están compitiendo por "liderar en el siglo XXI": una batalla que es principalmente tecnológica y sobre los valores que expresan las dos naciones.

Wang reprendió a Biden afirmando que "la democracia es un valor común de la humanidad y no un 'producto patentado' de un solo país". Según el comandante en jefe de Estados Unidos, el enfrentamiento entre Estados Unidos y China es un enfrentamiento más amplio entre democracia y autocracia. Washington y sus aliados acusan a Beijing de distorsionar la praxis democrática para justificar su sistema policíaco.

"Es natural que [entre China y Estados Unidos] haya competencia en algunos campos", añadió Wang. Sin embargo, el portavoz chino señala que Pekín pide que sea "justa". Las autoridades chinas consideran que es Estados Unidos el que viola las normas internacionales, tanto en el ámbito comercial como en el militar. Wang invitó a la administración Biden a considerar el desarrollo de China desde una perspectiva más racional y a abandonar su "mentalidad de Guerra Fría".

Al igual que su predecesor Donald Trump, Biden ha adoptado un enfoque duro en las relaciones con China, especialmente en lo que se refiere a las violaciones de los derechos humanos en Xinjiang, la represión del movimiento democrático en Hong Kong y la defensa de Taiwán. Ayer el Ministerio de Defensa chino reveló que con la presidencia de Biden, Estados Unidos incrementó las actividades militares en las zonas que China reclama como propias: el Estrecho de Taiwán, el Mar de China meridional y el mar de China oriental. Esto supone un aumento del 20% de las operaciones navales y del 40% de las aéreas.

"Aparentemente Biden está utilizando la competencia con China como un resorte para hacer a Estados Unidos más fuerte y competitivo con el propósito de recuperar el liderazgo en los asuntos globales", dijo a AsiaNews Zhiqun Zhu, profesor de ciencias políticas y relaciones internacionales en la Bucknell University de Estados Unidos.

El profesor Zhu hace notar que Beijing repìte continuamente que con su ascenso no pretende reemplazar a Washington como el país líder del mundo sino modernizar la nación y hacerla rica y poderosa. "El problema - explica el académico - es que no importa lo que diga China, como potencia dominante, Estados Unidos siempre desconfiará de un contrincante y hará todo lo posible para conservar la supremacía global".

Según Zhu, no importa cuáles sean las verdaderas intenciones de China. Su creciente poder alterará y pondrá a prueba el actual orden político-económico mundial. "Si las dos grandes potencias no encuentran la manera de convivir pacíficamente - afirma - el conflicto y la competencia entre ellas serán inevitables".