Beijing, trabajadores emigrantes duermen por 3 noches en un paso subterráneo para poder cobrar sus sueldos
Beijing (AsiaNews)- Después de 3 noches durmiendo en un subterráneo en las cercanías de un edificio del gobierno de Beijing, un grupo compuesto por unos 80 trabajadores emigrantes chinos logró obtener que les pagaran sus sueldos, que sus patrones no querían pagar. Según los mismos obreros, solo la presión y la publicidad de los medios han permitido a ellos el obtener justicia: "Hemos probado con todos los instrumentos legales, pero no hemos obtenido nada. Solamente con la denuncia pública hemos ganado una batalla que duró 3 meses".
Los trabajadores vienen de las provincias de Shandong, Hebei, Henan y Gansu y fueron todos empleados en una empresa de construcción que ganó en marzo de 2014 una licitación para la construcción de un edificio en el distrito de Chaoyang de la capital. En septiembre, una vez terminada la obra, los obreros fueron a los dueños de la obra, los cuales se negaron pagar "por falta de fondos". Cada uno de ellos tenía derecho a una cifra entre los 10 y los 30 mil yuan (entre los 1,300 y 3.900 euros).
Después de haber en vano, involucrado a las autoridades competentes- antes en la oficina del trabajo y luego al de la seguridad pública- los obreros se reunieron delante de la oficina del gobierno del distrito el pasado 22 de diciembre. Uno de ellos cuenta: "Hemos pasado 3 noches delante del edificio, pero luego llegó la policía y nos dijeron que estábamos dañando la imagen de la ciudad. Primero nos han amenazado que nos arrestarían, así que decidimos desplazarnos hacia un cercano subterráneo". La historia fue contada por youth.cn, el sito de la Comisión central de la Liga juvenil comunista, y de allí fue enviado a todo el país.
Obligado por la presión pública, el patrón se presentó ayer por la mañana delante del grupo de obreros y les pagó lo que les debía. Otros volvieron al dormitorio del establecimiento, donde recibirán sus sueldos en las próximas horas. Uno de ellos dice: "No importa los que digan, sin la publicidad de los medios no hubiésemos jamás resuelto este problema"
Los datos confirman esta opinión. En China trabajan unos 40 millones de emigrantes internos, que se desplazan de las remotas provincias rurales hacia las megalópolis para trabajar sobre todo en el mercado inmobiliario y en el de las infraestructuras. No obstante sea un gran negociado que es de unos 12 billones de yuan, a menudo el "motor" operativo permanece a manos vacías. Los capitales para las construcciones provienen de hecho de complicados movimientos de préstamos bancarios y estatales, y la alta tasa de corrupción y de malos negocios lleva a los que ganaron la licitación a dar casi todo aquello que tienen en coimas.
Por esto, gracias a la complicidad del gobierno, a menudo los emigrantes son amenazados, golpeados y hasta arrestados con tal de no tener que pagar a ellos el salario debido. La cuestión se vuelve trágico en los meses precedentes a Fin de año lunar, la fiesta nacional que por tradición se transcurre en familia. Robados de sus sueldos e incapaces de pagar las deudas o el viaje para volver a casa, cada año centenares de trabajadores eligen el suicidio con tal de no enfrentar la vergüenza de volver a casa con las manos vacías.