Beijing, los musulmanes de Xinjiang “tienen una libertad incomparable”
La provincia es una de las más turbulentas del país. Allí vive la etnia uigur, de fe islámica y lengua turcófona, que jamás aceptó el dominio absoluto de China. Escudándose en la lucha contra el terrorismo, el gobierno impuso prohibiciones en la educación y a la práctica religiosa. Pero para el nuevo “libro blanco” sobre la situación, “todo marcha bien”.
Pechino (AsiaNews/Agencias) – Los musulmanes de la provincia noroccidental de Xinjiang “tienen una libertad que no puede ser comparada a la del resto del país”, y “no existe discriminación alguna hacia ellos, y mucho menos de tipo religioso”. Es la conclusión del enésimo “libro blanco” presentado por el gobierno chino en relación a la situación vigente en el área. Sin embargo, los analistas están convencidos de que “la discriminación y el prejuicio” siguen siendo la regla en relación a los fieles islámicos.
La provincia es una de las más turbulentas de toda China: aquí vive la etnia uigur, cerca de 9 millones de personas turcófonas y de religión islámica, que siempre han tratado de independizarse de Beijing. El gobierno central, por su parte, ha enviado a la zona a millones de chinos de etnia han, para tratar de convertirlos en mayoría, y limitar así las protestas sociales. Además, impone serias restricciones a la libertad religiosa, a la práctica musulmana y a la enseñanza de la lengua y cultura locales.
En varias y reiteradas ocasiones, Beijing impidió y limitó la posibilidad de que los musulmanes locales observaran el ayuno ritual en el mes sagrado de Ramadán, prohibió asimismo el uso de la barba larga para los fieles masculinos, e irrumpió sorpresivamente en mezquitas y en las viviendas habitadas por religiosos musulmanes. A todo esto, se suma el “control especial” anti-terrorismo.
Desde el año 2009, en efecto, la policía y el ejército chino implementaron un régimen especial de control, que fue impuesto por Beijing luego de los enfrentamientos en los cuales casi 200 personas perdieron la vida . Luego de aquellos episodios de violencia, fueron infligidas cientos de condenas a prisión y decenas de condenas a muerte. Las autoridades chinas consideran que los responsables de la violencia fueron los extremistas musulmanes, pero los exiliados sostienen que Beijing “exagera” la amenaza del terrorismo islámico para justificar la represión contra la población uigur.
Todo esto no es cierto, de acuerdo al documento mencionado: “Hoy, la libertad religiosa en Xinjiang no puede compararse a ningún otro período de su historia. Esta es una verdad innegable, o al menos lo es, si se es fiel a los hechos”. Dilxat Rexit, vocero de Congreso mundial de los uigures en el exilio, en Alemania, comenta: “Las mentiras de China jamás podrán tapar la verdad en lo que se refiere las evidentes restricciones y a las durísimas leyes vinculadas a la práctica religiosa”.
17/12/2016 13:14
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