Bayramali: para 'luchar contra la corrupción' cierran el mercado central
La drástica medida policial dejó a los ciudadanos sin la posibilidad de abastecerse de alimentos frescos. Quejas por la venta de productos en mal estado a tiendas de autoservicio del Estado, pero también fuertes dudas sobre el modo en que se llevan a cabo los controles. De acuerdo con la clasificación de Transparency International, Turkmenistán es uno de los países más corruptos del mundo.
Asjabad (AsiaNews) - En la ciudad turkmena de Bayramali, en el velayat (región) de Mari, clausuraron un gran mercado central, que ha quedado bajo vigilancia policial. Los motivos del cierre no han sido explicados oficialmente, pero se cree que se trata de una acción radical contra la corrupción. Desde hace varios días, los ciudadanos de la zona no saben dónde ir a comprar productos frescos, dada la escasez general en las tiendas y otros puntos de venta ocasionales de la calle, en una situación de creciente crisis económica en todo Turkmenistán.
Los vendedores del mercado explican que "llegaron inspectores de Asjabad", que al parecer ya clausuraron otros locales comerciales de la región y no permiten que ninguno de ellos se acerque a sus mercancías. Simplemente se anunció que "el mercado no funciona esta semana", y ni siquiera se permite la venta en ventanilla o de otras formas. Según algunos comerciantes, contactados por Radio Azattyk, no recibieron ninguna notificación de la operación policial, y desconocen cuándo podrán reanudar su actividad.
Según versiones anónimas recogidas por los corresponsales, los motivos de la inspección podrían ser varios, entre ellos las quejas de los establecimientos de gastronomía más populares, los restaurantes de autoservicio del Estado, en los que se utilizaría cada vez más comida en mal estado. Otro motivo de descontento generalizado sería la arbitrariedad de la policía local, que exige sobornos y favores de forma cada vez más explícita y descarada, hasta el punto de provocar la verificación por parte de los organismos centrales.
Según un empresario local, "en varios bares y mercados se ha servido a los clientes comida vieja y recalentada; como consecuencia, varias personas fueron hospitalizadas por diversas dolencias y algunas presentaron denuncias". A los comerciantes y compradores que se niegan a pagar sobornos en el mercado por todo tipo de exigencias, los policías locales les imponen multas o proceden a arrestos y detenciones injustificadas, aunque sólo sea por fumar cigarrillos o narguiles cerca de los productos en venta, o por dejar basura en el suelo.
Tanto la comisaría de Bayramali como la administración municipal se niegan a comentar lo sucedido. En realidad, las auditorías e investigaciones de este tipo son bastante frecuentes en todas las regiones de Turkmenistán, siempre con el objetivo formal de "garantizar el respeto de la ley" y la "prevención de las violaciones de la ley", sin que estas acciones produzcan resultados concretos y duraderos. Muchas veces, los mismos investigadores "anticorrupción" acaban haciendo la vista gorda, a cambio de una suma adecuada.
Desde otros lugares de la velayat de Mari, se informa de nuevas inspecciones del Departamento de Seguridad contra Incendios, para comprobar todos los instrumentos y detectar aquellos locales en riesgo entre los establecimientos sociales y públicos, incluidos los locales comerciales de privados. Se dice que los funcionarios exigen el pago de al menos 400-500 manats (100-150 euros) para otorgar permisos e informes positivos.
Según la organización Transparency International, Turkmenistán es uno de los países más corruptos del mundo, ocupando el puesto 165 de 180 en esta clasificación especial negativa.
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