Bao tong: El proceso a Zhou Yongkang, paso hacia atrás en el Estado de derecho en China
Beijing (AsiaNews/Rfa)- Con una solemne declaración, la Corte Suprema había dicho que Zhou Yongkang habría sido procesado a puertas abiertas. Tres meses después ha cambiado el tono de voz sobre el proceso, que se celebró en secreto. No cambiaron las leyes chinas, no cambió el presidente de la Corte Suprema. “Procesado en público según las normas” se convirtió en “procesado en secreto, detrás de las puertas cerradas, según la ley”.
La población china no supo nada del debate. Habrían podido ser sordos, ciegos y estúpidos: tanto su voz fue acallada.
Algunos dicen que Zhou, fue procesado a puertas cerradas porque en su caso estaban involucrados secretos de estado, que los ciudadanos comunes no tienen derecho a conocer. Esto es sorprendente. El proceso contra el ex jefe del partido de Chongping, Bo Xilai, ¿no tenía también secretos de Estado?
Por lo tanto, el hecho que la esposa de Bo Xilai haya asesinado a un ciudadano inglés no es un secreto de Estado, mientras que el daño aún no está reconocido- y que hace avergonzar al Cielo- perpetrado por Zhou, ¿ es un tabú sagrado, que va guardado y protegido a vista por el partido y por el estado?
¿Por qué Bo fue juzgado en público y Zhou tuvo un proceso secreto?
El verdadero problema es que China está retrocediendo. En el pasado en el país el estado de derecho no existía. Pero el 4° Plenario [del 18° Congreso del Partido] declaró que habríamos tenido el estado de derecho e hizo correr la voz por toda la nación.
Ahora se entiende que aquella no era otra cosa que pura propaganda y que esto que parece ser regresión es de hecho regresión.
Quizás este modo de obrar sea sabio: el escándalo era demasiado grande para soportarlo y revelarlo al público habría hecho mal al Partido e inclinado la reputación del Estado y del Partido.
Quizás han hecho sus pasos para atrás después de una serie de atentas reflexiones y decisiones con coraje.
Quizás el escándalo debía ser tenido en secreto y bajo un manto de reserva, como una hoja de higo; y la ropa sucia del Estado y del Partido necesitaba ser lavada toda junta, mientras que los chinos fueron tratados como estúpidos dredulones y como enemigos.
Quizás detrás de la decisión de ellos estén todos estos factores. Pero queda igualmente como una decisión equivocada.
El próximo libro blanco sobre los derechos humanos
Realmente no sé qué escribirán en el próximo Libro blanco sobre los derechos humanos en China, que será publicado el año próximo año.
¿Reconocerá este texto que la decisión de tener un proceso secreto en un tribunal de Tianjin, después de que el máximo juez del país había anunciado un procedimiento público, representa un paso atrás?
¿Admitirán que es un paso atrás después del proceso a Bao Xilai, celebrado a puertas abiertas?
La cosa más importante no era el sentido de la sentencia, sino el espíritu del estado de derecho, de la democracia y del gobierno constitucional: el sentido de dar al pueblo el control.
Algunos han subrayado como este caso haya sido el primero en romper la convención según la cual no se pone a un miembro de la Comisión permanente del Politburó- en el cargo o emérito- en estado de acusación. Pero esto sucedió tantas otras veces en el pasado: Mao Zedong castigó a Liu Shaoqi y al ex vice Premier Lin Biao, ¿entonces por qué disturbar a Zhou Yongkang?
Aquí el verdadero problema es que la punición fue decidida por el Partido, no por el pueblo. Por cuánto puedan ser fuertes nuestros esfuerzos, no lograremos romper la práctica opinable de negar al pueblo el control sobre los funcionarios de alto y bajo nivel.
Esta práctica es incompatible con la lucha a la corrupción; es más, ambas prácticas están del todo interconectadas.
El sancta sanctorum del control central
Una vez que los funcionarios de gobierno o del Partido entran en el sancta sanctorum del control central, no pueden ser más puestos en estado de acusación por los ciudadanos ordinarios sino que entran en los procedimientos disciplinarios decididos por la Comisión central del Partido. Los tribunales no los tocarían jamás, así como los medios no pueden hablar de ellos.
El Partido dirige a sus propios dirigentes a tal punto que sus mismos ciudadanos no pueden ejercitar el derecho de la supervisión. He aquí como funciona el sistema de manutención de la estabilidad, producto del socialismo con características chinas y de la dictadura del proletariado. Un calle sin salida: ¿Qué otra cosa podemos decir?
¿Qué sucederá? Algunos dicen que la campaña anti-corrupción necesita nuevos trucos. Matar las gallinas para asustar a los monos es un juego para niños.
No es un truco nuevo. No creará una nueva sociedad en la cual no combatir la corrupción no es una opción. Si queremos un mundo sin tigres y moscas, debemos eliminar las condiciones que permiten a la corrupción florecer. Y esto (lo hacen) construyendo una sociedad justa, correcta y abierta que ponga a la población al puesto de mando y guía.
Hay diversos modos para alcanzar una solución de este tipo. ¿En alguna parte del mundo civilizado podrían ver una situación extraña a tal punto que el jefe de Estado y de la Comisión central del partido lance una campaña contra la corrupción y después decida cuáles tigres sean expulsados”
Si no hacemos esto, todos nuestros esfuerzos llevarán al mantenimiento de un sistema corrupto, mientras que un par de chivos expiatorios son sacrificados para servir de ejemplo para todos.
Aunque si estuviésemos listos para movilizar a la entera fuerza del Partido y hasta las Fuerzas Armadas para combatir la corrupción, habrá siempre un número de corruptos en grado de escaparse de esta red. Esto ya sea que finjamos ya sea que obremos seriamente agotando todas nuestras fuerzas.
Si no cambiamos en serio, continuaremos nutriendo el resentimiento de la población. Y esto no funcionará por mucho tiempo.