Bangkok: militares en el campo para elecciones "justas", la oposición dividida sobre la participación al voto
Bangkok (AsiaNews)- El principal partido de la oposición en Tailandia se reunió esta mañana para decidir si participar o no en las elecciones anticipadas, convocadas por el gobierno el los días pasados para disminuir las protestas de la plaza en Bangkok y en otras zonas del País. Sin embargo, el frente anti-gobernativo ya demuestra las primeras divisiones internas y algunos líderes de la protesta piden "reformas" del sistema, antes de proceder a las operaciones de voto. En un primer momento los manifestantes, apoyados por una élite económica y financiera de la capital, han rechazado la propuesta a las urnas, pidiendo la formación de un "concejo del pueblo" al cual confiar la tarea de suprimir la influencia del "régimen de los Thaksin" del País. En realidad, el objetivo de las reformas es el de frenar los sucesos electorales de la familia Shinawatra- antes Thaksin y ahora la hermana Yingluck- que al menos de hace 10 años gana en las urnas gracias al consentimiento de las áreas urbanas más pobres y los campesinos del norte.
A principios del mes todos los diputados del partido democrático (el principal partido de la oposición) dimitieron; algunos de ellos, entre los cuales el ex primer ministro Abhisit Veijajiva se unieron a los manifestantes. La dirigencia del partido no ha comunicado aún si entiende participar o no a la votación del 2 de febrero; sin embargo, es claro que el boicot a las urnas quitaría legitimidad a la vuelta electoral, alimentando inestabilidad e incertidumbre.
Mientras tanto en la escena política nacional irrumpen por primera vez los militares- la verdadera "eminencia gris" de la nación- que hasta ahora han mantenido una posición de rigurosa neutralidad. El general Nipat Thonlek, secretario permanente en el ministerio de defensa, subrayó que el ejército "quiere la votación del 2 de febrero" y si hubiesen, "señales" de que "no serán regulares", están listos para intervenir para hacer que todo sea "justo y limpio". Él, pero, no ha querido aclarar en modo más detallado su pensamiento.
Hasta ahora el ejército se mantuvo neutral, pero en los últimos 80 años fue protagonista de al menos 18 golpes de Estado. Los vértices militares sostienen el establishment de la nación, un término "genérico" que se usa para indicar "generales, monárquicos y alta burguesía", cercanas a la actual oposición representada por el Partido democrático. Fuentes militares refieren que detrás del líder de la protesta Suthep Thaugsuban hayan potentísimos generales en pensión. El ex ministro de defensa, gral. Prawit Wongsuwan y el ex jefe de las Fuerzas Armadas Anupong Paochinda que tienen detrás de sus espaldas una larga historia de enemistades con Thaksin Shinawatra.
Fuentes de AsiaNews, cubiertas por el anonimato, nos cuentan que en la capital thi, "la situación parece tranquila", con la oposición ocupada en encontrar potentados económicos, vértices institucionales, jefes de la policía y del ejército para evaluar cualquier paso iniciar en el futuro inmediato. Sin embargo, tras una calma aparente serpentea una "fuerte tensión" y los acontecimientos para el futuro inmediato son "inciertos". La dirigencia económica y fananciera del País insiste en el "diálogo" y por una solución pacífica del enfrentamiento político, pero el frente "intransigente", guiado por Suthep Thaugban, rechaza toda mediación. El líder de los anti-gobernativos "está infringiendo las leyes y continúa incitando al pueblo", pudiendo contar con "el apoyo convencido de una parte del ejército". En el pasado los militares habrían ya intervenido para resolver esta situación; hoy, en vez, parece que los frentes en lucha "se estén controlando mutuamente". El temor es que una movida equivocada o una intervención armada "puedan dar pie a una revolución violenta", con "consecuencias terribles para todos".
Detrás de este clima de tensión y malestar, concluye la fuente, se esconden "las dos almas de los tailandeses: la parte budista, que aprendió el autocontrol y la búsqueda de la quietud, que se une a un temperamento fogoso, que lleva a vivir emociones fuertes en manera violenta". En este substrato se adhiere el "malestar traído por la modernidad, que impone el modelo del todo e inmediatamente y genera frustración. El pueblo quiere dignidad y respeto y representatividad, pero hay una parte (minoritaria) que detiene el poder y frena todo cambio".
Las manifestaciones de los anti-gobierno- una mezcla de exponentes de la clase media, monárquicos y habitantes del sur- son las más imponentes desde el 2010, cuando el reino fue sacudido por una serie de revueltas de plaza que concluyó en un baño de sangre y la muerte de 90 civiles. Objetivo de la protesta las dimisiones del gobierno guiado por Yingluck Shinawatra, acusada de ser un "títere" en manos de su hermano Thaksin, multimillonario y ex primer ministro, en exilio para escapar a una condena de dos años de cárcel. En realidad, el actual gobierno fue elegido democráticamente y el 28 de noviembre superó en modo neto una moción de desconfianza presentada por la oposición en el parlamento (con 297 votos a favor y 134 contrarios).
15/01/2014