Bangkok: la Corte Constitucional disuelve el partido progresista Move Forward

de Steve Suwannarat

Epílogo similar al del partido antecesor, Future Forward, en febrero de 2020. No fue suficiente retirar la propuesta de modificación de la ley de lesa majestad. El Pheu Thai, que actualmente forma parte de la mayoría en el gobierno, también corre el riesgo de quedar marginado por una sentencia que involucra al primer ministro Srettha Thavisin.

Bangkok (AsiaNews)- Tailandia confirma una vez más su incapacidad para realizar una evolución democrática y utiliza como instrumento de represión la supuesta decisión de proteger a la monarquía de amenazas o insultos. Esta tarde la Corte Constitucional tailandesa se pronunció favorablemente sobre el pedido de la Comisión Electoral de que se disuelva el partido reformista Move Forward, que había ganado las últimas elecciones proponiendo modificar la controvertida ley de lesa majestad.

Sin embargo, el mismo partido había comunicado hace seis meses, bajo presión, que había renunciado a alcanzar ese objetivo. Pero no fue suficiente. Por lo tanto, no sólo el partido dejará de existir con su nombre actual - como ocurrió con su antecesor Future Forward, disuelto por los jueces en febrero de 2020 - sino que los once miembros de su comité ejecutivo no podrán participar en la vida política del país durante los próximos diez años. También ha quedado incluido Pita Limjaroenrat, de 43 años, líder del partido.

Es un duro golpe al movimiento reformista, que había contado sobre todo con el apoyo del electorado urbano y juvenil. En la Asamblea Nacional los 143 parlamentarios del Move Forward están en la oposición debido a que, pese a la evidente preferencia de 14 millones de votantes, el partido fue marginado por el acuerdo entre dos grupos anteriormente opuestos, el Pheu Thai, que hace referencia a la familia del ex primer ministro Thaksin Shinawatra, y el pro militar y pro monárquico Palang Pracharath.

A su vez el Pheu Thai corre el riesgo de sufrir un revés político si el 14 de agosto el actual primer ministro, Srettha Thavisin, fuera destituido de su cargo por orden de la Corte Constitucional. La petición fue presentada por unos cuarenta ex senadores conservadores que alegaron que Srettha Thavisin había abusado de sus prerrogativas constitucionales al nombrar como ministro a un abogado que previamente había sido encarcelado. Esto abriría una disputa entre los aliados en el gobierno y el Pheu Thai podría ser excluido de la mayoría en favor de partidos vinculados a los intereses del establishment conservador.

Y como consecuencia adicional, podrían recrudecer las tensiones sociales que en los últimos veinte años se han caracterizado por la represión de los grupos democráticos, la negación de los resultados electorales, los golpes de Estado y la intervención del Poder Judicial para reprimir cualquier evolución claramente preferida por los votantes.