Bangkok pronta a expulsar a más de 200 prófugos Rohingya, en fuga de Myanmar
Bangkok (AsiaNews/Agencias)- Más de 200 "boat-people" Rohingya en fuga por las violencias y persecuciones en Myanmar, detenidos en el sur de Tailandia, serán expulsados y vueltos a poner en el mar en los próximos días, por decisión del gobierno de Bangkok. Es cuánto refieren fuentes de la policía thai, sin importarles de los pedidos hechos en estas horas por grupos de activistas pro derechos humanos, que piden terminen los rechazos, una política que pone en grave peligro la vida de los prófugos. Sanya Prakophol, alto oficial de la policía y jefe del distrito de kapoe (provincia meridional de Ranong), subraya que "serán echados al mar en sus barcas y reenviados a Myanmar". Además agrega que, una vez que hayan pasado el confín marítimo y hayan vuelto a aguas birmanas "son problemas de ellos"
El 8 de noviembre pasado, la guardia costera thai interceptó y arrestó por inmigración clandestina a unos 259 miembros de la minoría musulmana, que el gobierno de Myanmar no reconoce como propios ciudadanos. Avistar es parte de un "imponente éxodo marítimo" en acto en estas últimas semanas, como denuncian los movimientos activistas, detrás de los cuales hay desesperación y miedo por su futuro.
Los prófugos interceptados a lo largo de las costas thai, se dirigirían hacia Malasia, país del sudeste asiático a larga mayoría musulmana, en busca de una profesión y de condiciones de vida mejores; entre ellos había muchas mujeres, que quería encontrar a sus maridos que ya habían expatriado en el pasado por trabajo.
Desde junio del 2012, el Estado occidental de Rakhine es teatro de violentísimos enfrentamientos entre budistas birmanos y los Rohingya, que causaron al menos 200 muertos y 250 mil evacuados. Según estimaciones de la Naciones Unidas en Myanmar- nación a mayoría budista, con 50 millones de habitantes- hay todavía 1,3 millones que pertenecen a la minoría musulmana, que el gobierno considera inmigrantes irregulares y que por esto son objeto, a menudo de abusos y persecuciones.
Hasta hoy hay todavía 140 mil evacuados encerrados en los centros para prófugos que, según cuánto establecido por el gobierno deben aceptar la clasificación de bengalíes- y obtener la ciudadanía- o permanecer "de por vida" en los campos. En su interior ellos están privados de los mínimos derechos de base, entre ellos la asistencia sanitaria, educación o un trabajo. Contra la emigración y el abandono en el cual se encuentra la minoría musulmana intervino varias veces también la Iglesia católica birmana.
16/03/2016 14:20