Bangkok, preocupación por la campaña de vacunación contra el Covid-19

Ayer el país comenzó a administrar masivamente la vacuna. La oposición critica la decisión del gobierno de confiar en un solo fabricante, y teme que el número de dosis no alcance para vacunar a toda la población. Se reportaron más de 3.000 nuevos casos de Covid-19 en las últimas 24 horas. Para contener los contagios en las fábricas, los empleados deben permanecer en su lugar de trabajo durante 28 días.

Bangkok (AsiaNews/Agencias) - Tras una serie de demoras, Tailandia comenzó ayer una campaña de vacunación masiva contra el Covid-19, acompañada de críticas al gobierno y preocupaciones sobre las dosis que se utilizarán, producidas por una empresa que es propiedad de la corona.

El mes pasado, el primer ministro tailandés Prayut Chan-o-cha planeaba administrar 100 millones de dosis antes de fin de año. Cerca de 61 millones corresponden a la vacuna de AstraZeneca, que la empresa farmacéutica Siam BioScience produce localmente.

Propiedad exclusiva del rey Maha Vajiralongkorn, Siam BioScience se fundó en 2009 y hasta ahora, nunca había producido vacunas. Sin embargo, según un comunicado de prensa, la empresa farmacéutica podrá exportar dosis a todo el sudeste asiático a partir de julio.

Los líderes de la oposición critican duramente al gobierno por su decisión de depender de un solo proveedor y expresan su preocupación respecto a si Siam BioSciences podrá satisfacer las necesidades de todo el país.

Hasta ahora, sólo el 4% de la población ha recibido la primera dosis de la vacuna. Por falta de dosis, los hospitales se vieron obligados a posponer los turnos de la semana pasada para vacunar a la población, según informó Reuters. Aunque la campaña de vacunación masiva comenzó ayer, desde finales de febrero el país ya había empezado a administrar las primeras dosis al personal médico y a algunas categorías de trabajadores.

Cabe mencionar que Tailandia tiene una de las leyes de lesa majestad más estrictas del mundo: criticar al rey, a la reina o al heredero designado puede suponer hasta 15 años de cárcel.

En enero, un político de la oposición, Thanathorn Juangroongruangkit, fue acusado de difamación de la monarquía por criticar al gobierno en las redes sociales. Un tribunal tailandés desestimó las acusaciones contra Thanathorn, pero aún está pendiente otra causa judicial contra él.

Tailandia había conseguido mantener la cifra de casos de Covid-19 en niveles bajos hasta principios de abril, cuando comenzó la tercera ola. Primero hubo un brote en un conocido barrio de Bangkok y luego se multiplicaron los contagios en las prisiones y fábricas, en los pabellones donde duermen los trabajadores inmigrantes y en los barrios marginales.

Según el Bangkok Post, el gobierno reportó 3.000 casos nuevos en las últimas 24 horas. Del total, 640 corresponden a presos de las cárceles.

Ante el temor de que el sector industrial del país (esencial tras el colapso del turismo) se vea gravemente afectado por la pandemia a causa de los brotes en las fábricas, el gobierno optó por contener los contagios con una política de "burbuja y cierre": si el 10% de los trabajadores de una fábrica da positivo al Covid-19, los enfermos pueden abandonar la planta para recibir tratamiento. El resto de los operarios, aunque no esté afectado por el coronavirus, queda retenido en el lugar de trabajo durante 28 días.