Bangkok, la economía no despega: crece la rabia contra los inmigrantes
En el último mes, la policía arrestó a cientos de trabajadores ilegales. Éstos arriesgan a pasar hasta 5 años de prisión o la deportación. Jefe de la policía: “los migrantes debieran hacer aquellos trabajos que no son del agrado de los tailandeses, como la limpieza de casas”. Este año el PBI de Tailandia crecerá un 3%, bien lejos del 7% de los años noventa. En el país hay cuando menos tres millones de trabajadores extranjeros.
Bangkok (AsiaNews/Agencias)- El estancamiento de la economía tailandesa y la alta desocupación hacen surgir un fuerte sentimiento contra los trabajadores migrantes de los países limítrofes, acusados de “robar el trabajo” a los ciudadanos tailandeses. Es la denuncia realizada por diversos activistas por los derechos humanos, después de que, en las últimas semanas, el Departamento del trabajo tailandés ordenó una serie de operativos que llevaron a la detención de cientos de trabajadores ilegales.
Ayer la policía irrumpió en un mercado de Bangkok arrestando a 14 personas, la mayor parte de ellas provenientes de Myanmar.
Nathorn Phrosunthorn, jefe de la policía de Inmigraciones, declaró: “Hemos recibido un gran número de quejas por la cantidad de trabajadores ilegales en los mercados, incluso vietnamitas o asiáticos del sur que roban el trabajo a los tailandeses”. Ellos, agregó, “deberían realizar las tareas o los trabajos que los tailandeses no quieren hacer, como, por ejemplo, limpiar las casas”. El jefe de la policía luego aseguró que las restricciones no derivan de una política anti-inmigratoria: “Todavía necesitamos del trabajo de los migrantes. Sólo queremos mantener el orden”.
Tan sólo en el mes de septiembre, los operativos de la policía han abarcado mercados, restaurantes, supermercados y centros comerciales. Al menos 153 migrantes fueron detenidos: se arriesgan a pasar cinco años en prisión, a una multa de tres mil bath (100 dólares) y a la deportación.
En junio pasado, Bangkok había lanzado una campaña similar pocas horas después de la visita de la líder birmana Aung San Suu Kyi.
Según la Organización internacional para la migración, hay unos tres millones de trabajadores migrantes en Tailandia, pero de acuerdo a estimaciones no oficiales las cifras son mucho más altas. La mayor parte de ellos proviene de Myanmar, Vietnam y Camboya. Un memorándum de intenciones del año 2015 permite a los vietnamitas encontrar trabajo en el sector de la pesca o de la construcción, exclusivamente. Al menos cien mil refugiados (comprendida la minoría musulmana de los Rohinyá) viven desde hace años en campos de refugiados ubicados a lo largo de la frontera entre Tailandia y Myanmar.
Bangkok comenzó a atraer a los trabajadores de los países vecinos o fronterizos y del delta del Mekong en los años 80 y 90, cuando su PBI crecía a un ritmo anual del 7%. Pero a dos años del golpe de Estado que llevó al poder a la junta militar, la economía tailandesa no logra despegar. En 2014 el crecimiento se detuvo en el 0,7% para luego subir al 2,8% en 2015 y al 3% este año.
Sunai Phasuk, activista de Human Right Watch, afirma que “este aumento de un sentimiento anti-inmigrantes no se veía desde hace décadas y tiene mucho que ver con las preocupaciones económicas”. Sanit Choklamlert, un comerciante de Salom, distrito comercial de Bangkok, dice: “Ahora hay demasiadas personas de Myanmar que luchan por obtener los mismos trabajos que nosotros. Debemos enviarlos de vuelta a su patria”.