Bangkok, el Parlamento rechaza las demandas del movimiento democrático
Pide una nueva constitución que limite el poder del rey, la renuncia del golpista Prayuth y la reforma del Senado, controlado por los militares. Miles de manifestantes contrarios al gobierno se reunieron cerca del cuartel general de la policía. Se aprobaron las propuestas de la mayoría y la oposición: dejan inalterado el papel del soberano.
Bangkok (AsiaNews) - El Parlamento rechazó a última hora de la tarde los cambios en la Constitución que había solicitado el movimiento democrático. El Senado, controlado por los militares, rechazó las propuestas que hizo Internet Law Reform Dialogue (iLaw), un grupo cívico que llamó a su proyecto de reforma la "Carta del Pueblo". La votación se llevó a cabo mientras miles de manifestantes antigubernamentales se reunían en el centro de la capital, cerca del cuartel general de la policía.
Desde julio, miles de jóvenes organizan manifestaciones casi todos los días para pedir la renuncia del primer ministro Prayuth Chan-ocha, una constitución democrática y la revisión del papel del soberano Maha Vajiralongkorn, que se considera excesivo en una monarquía constitucional como la tailandesa.
El rechazo del Senado no resulta sorprendente. Está integrado por 250 miembros que eligen las Fuerzas Armadas y es una especie de "salvavidas" político de Prayuth. Los jóvenes demócratas demandan que sea electivo e independiente de la influencia de los militares.
Para presionar a los legisladores, los manifestantes derribaron ayer las barreras levantadas por la policía y acamparon frente al Parlamento. Los enfrentamientos con la policía - y los partidarios de la monarquía - dejaron un saldo de 55 heridos, seis de ellos por armas de fuego.
Prayuth es el principal objetivo de las protestas. Ex comandante en jefe del ejército, llegó al poder en 2014 mediante un golpe de Estado y desde el año pasado encabeza un ejecutivo civil. Se lo acusa de haber aprobado una Constitución a medida en 2017 y de manipular las elecciones que decretaron el fin formal de la junta militar.
El Parlamento aprobó los proyectos de reforma de los partidos de la mayoría y la oposición, que deciden la creación de una comisión constituyente encargada de redactar la nueva carta magna. Contrariamente a las demandas de los manifestantes, no contemplan la reducción de los poderes del monarca.
El frente democrático ha lanzado un desafío sin precedentes a la monarquía, que podría durar años. Además de limitar el peso político del rey y su asignación económica, los manifestantes exigen que se elimine el delito de "lesa majestad". El soberano es una figura sagrada en Tailandia, y los delitos contra él se castigan con hasta 15 años de prisión.