Bagdad, la Comisión electoral confirma la victoria del líder chiita Moqtada al-Sadr
Se concluye oficialmente el recuento manual de votos. Con la decisión se pone punto final a un clima de incertidumbre y estancamiento político que se había prolongado durante meses, El bloque de las fuerzas “opositoras al sistema” confirma los 54 votos y se dispone a formar el nuevo gobierno. Corrupción, desocupación y falta de servicios son algunas de las prioridades que deberán afrontarse.
Bagdad (AsiaNews/Agencias) – Tras meses de dudas e incertidumbre debido a las acusaciones de fraude, llegó el anuncio oficial: la coalición guiada por el líder radical chiita Moqtada al-Sadr ha ganado las elecciones parlamentarias celebradas en Irak en el pasado mes de mayo, y puede comenzar las tratativas con los aliados, orientadas a la formación del nuevo gobierno. Esto fue confirmado en un comunicado difundido por la Comisión electoral iraquí en la mañana de hoy, tras concluirse el recuento manual de votos.
La decisión de los expertos marca el fin de un largo período de estancamiento político en el país árabe, que aún sigue marcado por la guerra contra los yihadistas del Estado islámico (EI, ex ISIS). Las acusaciones de fraude y manipulación surgidas al día siguiente de las elecciones empujaron a la Corte Suprema a ordenar la verificación parcial –esta vez, en forma manual- de los votos electrónicos.
Al término de las operaciones de recuento, la Comisión confirmó la adjudicación de 54 escaños a la lista de al-Sadr, que forma una alianza con los comunistas; de esta manera, la coalición de fuerzas “opositoras al sistema” resulta ser el bloque más numeroso de un total constituido por 329 escaños parlamentarios. La única modificación vinculada al conteo de votos es el escaño adicional asignado a la lista filo-chiita de Fatah Alliance, a expensas de una lista local de la capital.
Fatah Alliance se confirma como la segunda fuerza política del país -con 48 escaños-, en tanto en el tercer puesto ha quedado el bloque liderado por el Primer Ministro saliente, Haider al-Abadi, con 42 escaños.
El presidente interino de Irak tiene un plazo de 15 días –contados a partir de hoy- para convocar al nuevo Parlamento, que deberá elegir en primerísimo lugar al jefe de Estado, y dar inicio al proceso para la formación del nuevo Ejecutivo. Sadr ya ha suscripto un acuerdo con la lista chiita Al-Hikma, de Ammar al-Hakim, que dispone de 19 escaños, y con el partido laico –de mayoría sunita- del actual vicepresidente Iyad Allawi (21 escaños).
Las elecciones del mes de mayo han tenido el nivel de participación más bajo que se haya registrado jamás (la afluencia de las personas habilitadas para votar fue del 44,5%) y han marcado la derrota de políticos de amplia trayectoria, que tuvieron un rol determinante en la suerte del país tras la caída del ex rais Saddam Hussein, en 2003. Además, en las últimas semanas, Irak ha presenciado huelgas y protestas –con víctimas- motivadas por la carencia crónica de agua, la desocupación y las pésimas condiciones de los servicios públicos más básicos. Otro de los problemas endémicos es la corrupción, en un país donde la mayoría de los ciudadanos no se beneficia de los ingresos derivados del petróleo.