Un manto blanco recibió el nuevo día de los iraquíes. Un fenómeno raro, que fue acogido con alegría por una población que atraviesa un período marcado por manifestaciones y hechos de violencia. El mensaje de la Iglesia iraquí: inaugurar una “página en blanco” de nuevas relaciones, de paz y estabilidad, de reconstrucción y progreso.

Bagdad (AsiaNews) - Un fenómeno fuera de lo normal, que da cuenta de los efectos del cambio climático que se observa en los últimos años. Esta mañana, en efecto, Bagdad se despertó bajo una densa capa de nieve, un fenómeno bastante insólito para la capital iraquí, acostumbrada a las altas temperaturas en gran parte del año, con un clima desértico y largos períodos de sequía. 

El evento desacostumbrado capturó la atención de la cúpula de la Iglesia iraquí, que difundió fotos e imágenes de la ciudad cubierta por un manto blanco. En un mensaje dirigido a la comunidad, los responsables caldeos aludieron a la “escena extraña y bella” vivida anoche, cuando “un manto de nieve” cubrió amplias zonas de la capital, “incluyendo la sede general del Patriarcado”. 

“Nuestro pedido - prosigue el comunicado patriarcal - es: que la nieve pueda purificar el corazón de los iraquíes y que remueva la acumulación provocada por 17 años de conflictos, corrupción y servicios precarios”. Su esperanza es que “la violencia quede a un lado” y que se abra camino “una página en blanco”, de buenas relaciones, de paz y de estabilidad, de reconstrucción y de progreso”. Esta “es la esperanza para un nuevo camino en Irak”, concluye el mensaje, “y este ha sido el tema central de nuestra oración de esta mañana. ¡Que los políticos puedan conseguir este objetivo!”. 

La nota alude a las profundas turbulencias políticas y sociales que se difunden en todo el país, con protestas masivas en las calles, que se suceden desde el mes de octubre, contra la corrupción y la crisis económica. Las autoridades han tratado una y otra vez de aplacar las manifestaciones, desatando enfrentamientos que culminaron con más de 500 muertos. El reciente nombramiento de un nuevo Primer Ministro ha creado nuevas divisiones (y hechos de violencia) entre los partidarios de al-Sadr  -que apoyan al nuevo Ejecutivo - y la multitud de la Plaza Tahrir en Bagdad (corazón de la revuelta) que quiere proseguir con las manifestaciones. Ayer, se registró una nueva víctima en Nasiriya: los guardias de seguridad abrieron fuego sobre un grupo de personas que trataban de violar el vallado para irrumpir en el ateneo. 

Se espera que la nieve pueda ayudar a restablecer algo de paz y serenidad, en una suerte de clima navideño fuera de estación. “Es una atmósfera bella”, afirman los habitantes de la capital, “y las personas están felices, porque es la primera vez que vemos caer nieve”. En realidad, la última vez que la nieve salpicó Bagdad fue en el 2008, pero se trató de un rocío leve y bastante raro. En el norte del país, en cambio, la nieve cae abundantemente en varias localidades y poblados, muchos de ellos montañosos, como ocurre en el Kurdistán iraquí.  

Sin embargo, hacia el mediodía de hoy, gran parte del manto blanco ya se había derretido y las temperaturas prometen elevarse en los próximos días, con una máxima de 20 grados, más alineada con las temperaturas medias de la estación. “La vida - dice un transeúnte - vuelve a la normalidad”. 

(Las fotografías fueron tomadas del sitio del Patriarcado Caldeo: www.saint-adday.com).

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