BTselem: demolición de casas palestinas 'inhumanas', comunidad internacional distraída

Israel demolió 76 casas de una comunidad beduina al norte del Valle del Jordán. Al menos 73 personas quedaron sin hogar, entre ellas 41 niños. El desalojo más importante de los últimos cuatro años. Amit Gilutz: la opinión pública distraída por las elecciones en Estados Unidos. Es un fenómeno que forma parte de la "rutina de la ocupación". Necesitamos un “frente unido" contra estas políticas.

Jerusalén (AsiaNews) - Las demoliciones se llevaron a cabo cuando se acercaban las elecciones presidenciales en Estados Unidos, porque "Israel sabía que la atención de la comunidad internacional estaría centrada en la votación". De esa manera, el gobierno y el Primer Ministro Benjamin Netanyahu "esperaban evitar las críticas" por este acto "inhumano". En sus declaraciones a AsiaNews, Amit Gilutz, portavoz de B’Tselem, una ONG israelí que lucha contra la ocupación de los Territorios Palestinos, habló sobre la demolición "de toda una comunidad, cuando está por comenzar la primera gran ola de lluvias de la temporada. Todos los años - añadió - Israel demuele viviendas y propiedades palestinas en Cisjordania, pero este ha sido el mayor operativo de los últimos tiempos".

En estos días, Israel demolió 76 viviendas de la comunidad palestina beduina de Humsa al Bqai’a, en la zona norte del valle del Jordán, con el pretexto de que no tienen permiso de construcción. Al menos 73 personas fueron desalojadas, entre las que hay 41 niños, a pesar de la promesa de que habría una moratoria de las demoliciones en estos momentos tan delicados a nivel político y sanitario debido a la pandemia del nuevo coronavirus. Aproximadamente las tres cuartas partes de la comunidad local habrían perdido sus hogares, y ha sido el mayor desalojo forzado de los últimos cuatro años.

“Este tipo de situaciones forma parte de la rutina de la ocupación - explica el portavoz de B’Tselem - pero nunca se había hecho a tan gran escala. Casi siempre es en un tono menor aunque continuo. Son operaciones destinadas a hacer la vida imposible a las comunidades palestinas, para que se vayan de forma voluntaria. Y no es casual que haya ocurrido cuando se estaban por celebrar las elecciones en Estados Unidos”.

Activistas y ONG que visitaron la comunidad confirman que la demolición ha sido prácticamente total. Entre las propiedades destruidas hay casas, refugios para animales, baños y paneles solares, construcciones esenciales para el sustento de los habitantes. En 2020 las autoridades israelíes han demolido 689 instalaciones en Cisjordania, incluso en Jerusalén Oriental, dejando sin hogar a casi 900 palestinos. Según los palestinos, el gobierno israelí utiliza el pretexto de la seguridad para demoler viviendas, expropiar tierras y continuar con la política de expansión de los asentamientos a lo largo de las carreteras que los conectan, impidiendo el nacimiento de un futuro estado palestino con unidad territorial. Como ya denunció la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), los permisos son casi imposibles de obtener. En los últimos años solo recibió luz verde el 1% de las solicitudes presentadas por palestinos en la zona C, controlada por Israel cerca de colonias y puestos militares (16 sobre un total de 1.253).

“Es evidente -observa Amit Gilutz- que contaban con el vía libre de la administración Trump para implementar estas políticas con los palestinos en los últimos cuatro años, de manera abrupta y violenta, y con números crecientes” como se desprende de los datos proporcionados por los activistas de Peace Now. La impunidad no es algo nuevo, añade, pero también hay que decir que "cuando la comunidad internacional, Estados Unidos y Europa deciden trazar una línea, Israel se detiene". Por eso, concluye, es necesario "tomar una posición contra estas políticas de Israel" que están eliminando a los palestinos para apoderarse de sus recursos. Hay que terminar con la ocupación y encontrar el camino para el futuro, hacer que Israel comprenda que sus acciones también tienen consecuencias".