Aumentan las condenas a muerte en la India (y después no se ejecutan)

de Alessandra De Poli

Hay 539 personas en el corredor de la muerte, pero sólo se ejecutaron ocho condenas a muerte entre 2004 y 2022. En 2022, la Corte Suprema india pidió a un comité constitucional que elabore una serie de directrices para que los tribunales inferiores puedan juzgar correctamente los casos. Las últimas ejecuciones se llevaron a cabo en 2020.

Milán (AsiaNews) - Aunque la pena de muerte se aplica en muy pocos casos, el número de condenas a muerte en la India aumentó en los últimos años, con 165 condenas en 2022, la cifra más alta desde el año 2000. Esto se traduce en al menos 539 personas en el corredor de la muerte, la cifra más alta desde 2004, según el informe anual publicado por el Proyecto 39A, un grupo humanitario que lucha contra el abuso de la pena de muerte en India.

Se trata de estadísticas emblemáticas, puesto que el año pasado, por primera vez desde 1980, la Corte Suprema de India propuso revisar el marco jurídico que regula la pena capital. Lo hizo tras constatar que muchos tribunales de primera instancia no respetan los principios legislativos relativos a la pena de muerte, prescrita para una serie de delitos, entre ellos el asesinato, el terrorismo y la traición. Si se lleva a cabo, suele ser por ahorcamiento.

El informe del Proyecto 39A (llamado así por el artículo 39-A de la Constitución india, que promueve los valores de igualdad de justicia y de oportunidades) señala que las condenas a muerte se dictan mayoritariamente en tribunales de primera instancia, con escasas posibilidades de apelación, aunque el veredicto siempre debe ser confirmado por el Alto Tribunal del estado indio donde se registró el caso. A menudo se condena a muerte a los acusados el mismo día en que se los declara culpables de un delito.

Esto confirma lo que la Corte Suprema ya había señalado en mayo. En una sentencia propia, los Jueces Supremos conmutaron una pena de muerte por otra de 25 años de prisión. Señalaron que los tribunales no cumplen las leyes y principios relativos a la pena capital contenidos en el Código Procesal Penal, según los cuales "la cadena perpetua es la regla y la pena de muerte la excepción", por lo que sólo debe imponerse si existen "razones especiales".

En concreto, la Corte Suprema revisó el veredicto de condena a muerte que había confirmado el Alto Tribunal de Madhya Pradesh contra tres acusados declarados culpables de asesinar a una familia de tres miembros y robar su casa. Luego señaló que ni el tribunal de primera instancia ni el Alto Tribunal habían reunido toda la información necesaria para evaluar adecuadamente el caso y no habían "proporcionado una audiencia de sentencia efectiva" a los acusados.

Por ello, en septiembre, el más alto tribunal indio por iniciativa propia remitió a un grupo constitucional de cinco jueces una petición que evaluará cómo y cuándo pueden presentarse las llamadas circunstancias atenuantes, es decir, razones en defensa del acusado para evitar la pena de muerte, y que pueden referirse, por ejemplo, a problemas de salud mental, traumas infantiles o ausencia de antecedentes penales. Del mismo modo, se obliga a la fiscalía a obtener una evaluación psiquiátrica y psicológica del acusado, así como una serie de "datos complementarios", que también deben ponerse a disposición de la defensa para su refutación. El tribunal también reiteró que la "opinión pública" no es un factor que deba tenerse en cuenta a la hora de imponer una pena de muerte.

El Proyecto 39A intentó confeccionar una lista de personas ejecutadas en India desde la independencia, ya que no existen registros gubernamentales sobre el número de ejecuciones llevadas a cabo desde ese momento. Por ejemplo, se calcula que entre 1947 y 1967 se ejecutaron más de 1.000 condenas a muerte, mientras que entre 2004 y 2022 se sabe con certeza que se ejecutaron ocho, la mayoría por terrorismo, homicidio y violencia sexual.

Los últimos ahorcamientos se realizaron en marzo de 2020 contra cuatro hombres declarados culpables de golpear y violar en grupo a una joven de 22 años y a su amigo cuando iban en un autobús de Delhi en 2012, suceso denominado caso Nirbhaya, por el nombre con el que se conocía a la chica, que murió en el hospital pocos días después. La primera condena fue impuesta en 2013 y confirmada en 2014 por el Tribunal Superior de Delhi, mientras que en 2019 la Corte Suprema rechazó el recurso de los imputados.

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