Audiencia del Papa a Comunión y Liberación. Don Giussani es maestro para toda la Iglesia

Audiencia en la plaza de San Pedro al movimiento de Comunión y Liberación con motivo del centenario del nacimiento del fundador. Invitó a hacer fructificar hoy su carisma de educador e hijo de la Iglesia: “Espero mucho de ustedes, no malgasten su valioso tiempo en discusiones, desconfianzas y enfrentamientos”.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - Agradecimiento, incluso personal, a don Luigi Giusani "padre y maestro de toda la Iglesia". Invitación a mantener vivo su carisma sin perder tiempo en “discusiones, desconfianzas y enfrentamientos”. Y un pedido concreto: "acompáñenme en la profecía de la paz" -en un "mundo cada vez más violento y agresivo que realmente me asusta"- y "en la profecía que anuncia la presencia de Dios en los pobres".

Estos fueron los principales puntos del largo mensaje que el Papa Francisco dirigió hoy a los miembros del movimiento Comunión y Liberación, que con muchísimas delegaciones de Italia y de todo el mundo llenaron esta mañana la plaza de San Pedro para una audiencia especial cuando se cumple el centenario del nacimiento de su fundador, don Luigi Giussani. “El movimiento no pierde su capacidad de convocatoria y movilización”, observó el Papa, quien expresó abiertamente su agradecimiento a don Giussani. “Como sacerdote -dijo- me hizo bien meditar algunos de sus libros”. Pero la gratitud también se debe a “todo lo que supo sembrar e irradiar por todas partes por el bien de la Iglesia. Don Giussani fue padre y maestro, fue servidor de todas las inquietudes y situaciones humanas que iba encontrando con su pasión educativa y misionera. La Iglesia reconoce su genialidad pedagógica y teológica”.

Francisco se refirió a la delicada transición que ha vivido CL en los últimos años: “No han faltado serios problemas -dijo-, divisiones, y sin duda también cierto empobrecimiento de la presencia de un movimiento eclesial tan importante como Comunión y Liberación, del que la Iglesia, y yo mismo, esperamos más, mucho más. Los tiempos de crisis son tiempos de recapitulación de la extraordinaria historia de caridad, cultura y misión de la que ustedes participan; son tiempos de discernimiento crítico de lo que ha limitado el fecundo potencial del carisma de don Giussani; son tiempos de renovación y relanzamiento misionero a la luz del momento eclesial actual y de las necesidades, sufrimientos y esperanzas de la humanidad contemporánea”. “La crisis hace crecer”, dijo, a condición de que “la unidad sea más fuerte que las fuerzas dispersivas o la prolongación de viejos enfrentamientos. Unidad con quien y con todos los que guían el movimiento, unidad con los pastores, unidad en el seguimiento atento de las indicaciones del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, y unidad con el Papa, que es servidor de la comunión en la verdad y en la caridad. No desperdicien su valioso tiempo en discusiones, desconfianzas y enfrentamientos".

El Papa recordó luego tres aspectos de la rica personalidad de don Giussani: su condición de hombre carismático, su vocación de educador y su amor a la Iglesia. “Don Giussani fue sin duda un hombre con un gran carisma personal, capaz de atraer a miles de jóvenes y conmover sus corazones”. Pero ese carisma procedía de haber sido él mismo "impactado por el descubrimiento del misterio de Cristo". “Don Giussani atraía, convencía, convertía los corazones porque transmitía a los demás lo que llevaba dentro después de esa experiencia fundamental que él tuvo: la pasión por el hombre y la pasión por Cristo como cumplimiento de lo humano. Muchos jóvenes lo siguieron porque los jóvenes tienen un gran olfato”.

¿Y cómo hacer para que ese carisma hoy siga dando frutos? “En primer lugar, es importante recordar que no es el carisma lo que debe cambiar. Son las formas de vivirlo las que pueden ser un obstáculo, o incluso una traición, con respecto al fin para el cual el carisma fue inspirado por el Espíritu Santo”. Y "sólo resulta posible reconocerlo con una actitud humilde y bajo la sabia guía de la Iglesia". “Los aliento a encontrar los modos y lenguajes adecuados -añadió Francisco- para que el carisma que don Giussani les ha entregado llegue a nuevas personas y nuevos ambientes, para que sepa hablarle al mundo de hoy, que ha cambiado con respecto a los comienzos del movimiento Hay muchos hombres y mujeres que todavía no han tenido ese encuentro con el Señor que cambió e hizo más bella la vida de cada uno de ustedes”.

Don Giussani también “enseñó a tener respeto y amor filial por la Iglesia y, con gran equilibrio, siempre supo mantener juntos el carisma y la autoridad, que son complementarios, ambos necesarios. Sin autoridad se corre el riesgo de equivocar el camino, pero sin carisma el camino puede volverse aburrido, dejar de ser atractivo para las personas de un momento histórico en particular”.

Por último, el Papa Francisco pidió a CL una "ayuda concreta para este tiempo": "Los invito a acompañarme en la profecía de la paz, en la profecía que señala la presencia de Dios en los pobres, en los que están abandonados y son vulnerables, condenados o dejados de lado en la construcción social; en la profecía que anuncia la presencia de Dios en cada nación y en cada cultura, que responde a las aspiraciones de amor y verdad, de justicia y felicidad que pertenecen al corazón humano y que palpitan en la vida de los pueblos. Que esta santa inquietud profética y misionera arda en sus corazones. No se queden quietos”.

“Los momentos difíciles - concluyó - también pueden ser momentos de gracia y pueden ser momentos de renacimiento. Comunión y Liberación nació precisamente en un momento de crisis, que fue el año 1968. Y después don Giussani no tuvo miedo de los momentos de transición y crecimiento de la Fraternidad, sino que los afrontó con valentía evangélica, encomendándose a Cristo y en comunión con la madre Iglesia. Demos gracias juntos al Señor por el don de don Giussani. Invoquemos al Espíritu Santo y la intercesión de la Virgen María, para que todos ustedes puedan continuar, unidos y gozosos, el camino que él les mostró con libertad, creatividad y valentía”.